Alma Guajira : 1927Main MenuCover pageA que llanto es ese...No. 2"Lo maté como los hombres, frente a frente..."¿No es verdad, Charito?No. 3"Le voy a desir a mamita..."No. 4"Allá va..."No. 5"Rosendo..."No. 6"Todos..."No. 7No. 8"Na, no, no, na..."No. 9"Cualquier otro te habla...."No. 10"No te chupes los dientes..."No. 11No. 12"Pero, Lico...."No. 13"¡Por Dios Lico!"No. 14"Usted dice eso por mí"No. 15"A mí que nadien me toque"Num. 16"Cuidao..."No. 17"Por supuesto..."No. 18"Déjalo venir, Sánchez..."No. 19"Yo lo oí..."No. 20"¿ónde ibas, aónde?"No. 21“Júramelo por tu madre”No. 22“¡Cállate!...”No. 24"Charo...."No. 25"¡Charo!...¡Charo!..."No. 26Daniel Fernández745fd6acd65f0ffec3468a8ab7d571a6642cb9b7
12022-10-26T06:32:28-07:00Num. 161plain2022-10-26T06:32:28-07:00 Num. 16 cárcel… como un presidiario. J. A.—¡Usted Papaíto! ¿Está loco?. . . Alejo, ¿tú sabes que es esto? A. (se detiene ante J. A.) Tu padre no puede dejar que por causa suya haiga un inosente preso y acusao de lo que no ha hecho. . . Pero pa eso no tiene que ir a la cárcel: que se vaya al monte. J. A.—¡Ah! ¡Por Saragosa!... ¡Por el gallego ese de tos los diablos que ha traío la desgrasia a esta casa! ... (Ch. se vuelve como para decir algo que no dice). Eso no pue ser, ni al monte ni a la cárcel. El fue, y na más que él. Don L. (se pone en pie resuelto).—Bueno, ya está dicho: tú te quedas al cuidao de to esto; tu madre se va pal pueblo con Lola, y Charo va pa en casa e Alejo… Yo me presento (hay un silencio, durante el cual J. A. al encontrarse con los ojos de Ch., la mira con odio, volviéndola después la espalda y yendo a sentarse. Dña I. junto a Dn. L. le habla cariñosamente. Alejo se ha quedado parado, pensativo.) A. (a Don L.)—Compadre. Dn. L. –¿Qué? A.—No tienes que ir pa ninguna cárcel (todos se muestran interesados): delante de cuatro o sinco testigos lo declaras to, y luego te vas pal monte… hasta que se arregle la cosa (todos miran interrogantes a Dn. L., éste niega de nuevo con la cabeza). Dn. L.—No; ¿metío a bandolero, juyendo por el monte siempre con mieo de que me encuentren… ¡no! Dña. I.—(suplicante). Pero… Ch.—¿Por qué? Dn. L.— ¡No! (fuera ladran furiosamente los perros, y la atención general se vuelve a inquirir la causa de esos ladridos: Dña. I. se separa de Dn. L.; J.A. va a la puerta foro, Don Lico y Alejo le siguen). Rosendo y Vueltabajero (fuera).—¡Eh! Espanten los perros… ¡Eh!... J. A.—(desde la puerta hacia afuera) Vaa... (a todos) las voses son de Rosendo y del Vueltabajero (hacia afuera. ¡Pasa perro!... Toti. .. Vigilante... ¡Pasa! (los perros se callan). ESCENA VII (Dichos y Rosendo y el Vueltabajero, puerta foro; vienen vestidos a lo campesino, pero de limpio y con espuelas). R.—(sin entrar). Buenas (se quinta el sobrero). V.—(id.) Buenas (id.) Toclos.-Buenas noches. J. A.—¿Quiay? R.—Que íbamos pal pueblo, a este (por V.) se le cayó el cuchillo, se abajó pa cojerlo, y el caballo, que está medio serrero entoavía, se espantó y salió como el Diablo por ahí. J. A.—¿Pa onde cojió V.—Pa en vuelta el potrero onde tienen ustedes las bestias. Dn. L.—Entonses está ahí con unas yeguas qu' estáu medias descompuestas. R.—Venimos a buscar un laso, porque a la mano no hay quien lo coja. V.—Es más jíbaro que el Demonio. J. A. (sale puerta derecha y vuelve en seguida con un lazo). Bueno, vamos, Alejo, ¿tú caballo es de corsiad? A.—¡Ya lo creo!: más ligern e la cuenta. J. A. (a L. por el caballo). Me lo Hevo. (a R. y V.) Vamos. R. y V.—Buenas noches (salen con J. A. puerta lateral izquierda). ESUENA Vll (Doña, I., Ch., Don L. y A. Poco después, una pareja ele la Guardia Rural). Dn. L.—(se ha quedado a la puerta izquicrtla mirando hacia afuera, L. vuelve al centro de la escena). A.—Bueno, Lico; ¿qué determinas?