No. 2
Casa de vivienda en la finca ''El Jobo". La sala, amarilla
y desnuda de todo adorno, está amueblada con mucha
sencillez. Aunque aparece preparada para una fiesta, unas
cuantas sillas de las más corrientes, muchos taburetes de
cuero, dos sillones de los llamados en el campo comadritas,
un tinajero en un ángulo con la piedra de destilar, y gran
cantidad de copas; en otro ángulo una mesita cubierta con
un paño y sobre ésta un fonógrafo, con un montón de discos
al lado; en la pared, dos repisas de madera para colocar las
lámparas. Puerta al fondo, que al abrirse deja ver el campo.
Lateral izquierda, al interior. Lateral derecha, al campo.
Al levantarse el telón acaba de obscurecer.
ESCENA I
Lolita (Sale pta. lateral derecha, con una lampara de
acetileno encendida en la mano; ponen la lámpara en una
de las repisas; sale y vuelve a entrar con otra lámpara que
pone en la otra repisa; después se asoma a la puerta. foro, mira
con ansiedad al campo y viene al centro de la escena). — Ahorita
empiesa a llegar gente y Florensio no viene. . . Tengo
mieo de que se tope a Papá en el camino (mira de nuevo al
exterior, y va a salir pta. derecha, cuando entra, lateral
izquierda, Charito.)
Charito — Lola!
L . — (se vuelve). — Ah! Ya volviste… Como está la mujer de Alejo?
Ch. — Sigue Líen.
L. — Sabes si papá vino del pueblo?
C'h. —No; entodavía no ha vuelto. Se habrá dernorao
hablando con alguno en el camino.
L. — Lo que tengo mieo, es que puea encontrarse con
Florensio.
Ch. — i A estas horas?!... Florensio estará trabajando
entodavía
L. — es que como está tarde que es la fiesta y el pobre no puede venir, quedó en verme a la tardesita... y no ha venído...
Ch. — No te apures; será que tuvo que ir a algún lao, se le hizo tarde y habrá tenido mieo de encontrarse con el viejo.
L. (con ansiedad). — iEntonces, tú crees que no venga Hoy?
Ch. — Sabe Dios. . . Pero lo mejor será que no venga, porque si tu padre lo encuentra hablando contigo, va a ser peor: tú sabes el genio de Dn. Lico y lo opuesto que está a tus relasiones con Florensio.
Lolita. — Sí, que no venga. Ay, Charo yo no sé por qué
papá le tie tanto tirre: cuando supo que llevábamos relasiones
se puso hecho en fiera. A mí me dijo que si le
volvía a hablar me iba a mandar pa Vultabajo en casa
de tío Federico y a Florensio qué sé yo cuanto le dijo: lo
puso como nuevo, y Florensio no le contestó ni una palabra.
Agachó la cabesa y se fué... Y disen que es mato…
La gente de por aquí, que le ha cogío odio.
Ch. No te aflijas, Lola. Don Lico te quiere rnucho, y
al fin consentirá en las relasiones. además... Doña Isabel no se opone…
L. — Mamita no, ¡la pobre! Pero si vieras el otro día cuando tú estabas asistiendo a la mujer de Alejo, la bulla que hubo aquí… Mamita le fue a hablar a papá del asunto y apenas le metió lo de las relaciones , papá saltó hecho un fuego, disiéndole que ella tenía la culpa, que ella era una consentidora y que de ningún modo dejaría a Florensio poner los pies en esta casa mamita, tú sabes cómo es: se echó a llorar como una Madalena y papito se fue pal potrero con tanta rabia que porque encontró una res con gusano un botó a Ugenio el Montero.
Ch. — tú sabes cómo es el carácter del viejo, tiene un pronto, pero luego se arrepiente; mira: a Ugenio no lo dejo irse de la finca.
L. — ya no viene: esta noche no lo veré.