No. 6
suena una bandurria fuera ( (puerta foro) y se oye una voz que canta una guajira. Todos dejan el fonógrafo y se acercan a la puerta foro, menos R.)
Rosendo (cantando fuera).—Nace el pes para la mar
la yerba para el ganado,
para la guerra el soldado
y el ave para volar.
Nace el rey para reinar
la lira para que vibre,
para el fuego el combustible
la liebre para correr,
para el hombre la mujer
y el hombre para ser libre.
(A medida que canta Rosendo, los que llegan se van acercando y cuando termina la décima, sigue el rasgueo de la bandurria).
A. (con alborozo).—¡Ese es Rosendo!
M.--¡Qué bien canta!
Ch. (como reconociendo a los que se acercan)--Vienen: don Pedro, Rafael, Rosendo, Goyo. . . aquellos otros ¿quien son?
M.—Uno, el ,de la bandurria, lo conosco: es un mo o que tienen acolocao en Paso Viejo; le dicen El Vueltabajero; al otro no lo conosco.
A.—¿Será el primo de nosotras este... (recordando) Rumaldo?
M.—No sean sanaca: no lo íbamos a conocer.
R. (en tanto que las jóvenes permanecen a la puerta y una vez que se ha terminado el disco que había puesto en el fonógrafo, toma otro disco, quita la aguja y echa a andar el disco sin aguja. Al ruído las tres jóvenes vuelven la cabeza).
Ch. (a R. por el fonógrafo).—¡Páralo! ¡Páralo, que se Rompe!
A. (id.)—Bruto. ¿Quién ha visito tocar el fonógrafo sin abuja?
M. (levanta el brazo del fonógrafo).— ¡Vaya! se acabó el tocao (vuelve al grupo, seguida por R. Entretanto los que vienen, llegan a la puerta foro y se agrupan allí antes de entrar).
Vuelta B. (cantando a la puerta).
Vengo a este jardín florido
para mirar una flor
cuyo presioso colol
el corasón me ha rendido.
Si acaso correspondido
no soy por mi mala suerte
será mi dolo} tan fuelte
que de pena moriré
y su nombre seguiré
adorando hasta la muerte.
Ch. (tocando maliciosamente a M. con el codo).—Eso es por tí.
M. (hace un gesto de displicencia).
(Al acabar de cantar el vueltabajero, todos le aplauden con exclamaciones jubilosas, al mismo tiempo que saludan con alegría a las muchachas).
Oh. (a todos).—Bueno, dentren (todos entran y al entrar van dando la mano a cada una de las jóvenes menos don P. y R. que solamente la dan a Ch. Las mujeres se besan mutuamente en las mejillas).
Don P. (al saludar a Ch. declamando).
Un secreto yo quedría
que me dijeras a mí:
¿qué comes pa estar así,
más bonita cada día
Todos (aclamando a Don P.)- ¡Bueno! ¡Bueno!
Goyo.—Ese es gallo de buena cría.
Ch. (sonriendo) ¡Ave María!... Este don Pedro siempre igual.
A. (a todos).—A sentarse. (todos se sientan menos don P. Rosendo quedará junta a A. y el V. cerca de M., procuraudo ambos entablar conversación aparte, con su respectiva compañera y mezclándose en la conversación general cuando se indique).