MEDIOS Y ELECCIONES EN AMÉRICA LATINA 2013 - 2015

Los principales candidatos
en el partidor


Si bien las campañas electorales en el Perú cobran intensidad entre los meses de enero y febrero[3], en la práctica empiezan algunos meses antes cuando los partidos y alianzas electorales van definiendo o confirman a sus candidatos y candidatas a la presidencia, las vicepresidencias y al Congreso de la República. Entre fines del 2015 y comienzos del 2016, el grupo de candidatos con posibilidades de pasar a la segunda vuelta y llegar a la presidencia estuvo compuesto por miembros de lo que un sector de la prensa ha denominado el “elenco estable” y por algunos nuevos rostros de la política peruana. Como parte del elenco estable figuraban aquellos políticos con experiencia en elecciones anteriores y, en algunos casos, en diversos cargos públicos: Keiko Fujimori, Alan García, Pedro Pablo Kuczinsky, César Acuña y, con menores opciones, Alejandro Toledo.  Entre los nuevos rostros de la política destacaban Julio Guzmán, Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea, quien no representaba exactamente una renovación, pero no había participado activamente en procesos electorales anteriores. A continuación se presenta una breve caracterización de cada uno de ellos.

Keiko Fujimori (Fuerza Popular). Desde que perdió las elecciones en el año 2011, la hija de Alberto Fujimori se convirtió en la candidata con mayores opciones para el proceso electoral del 2016. Tuvo, a lo largo de casi los cinco años del gobierno de Ollanta Humala, un importante respaldo de la ciudadanía. Como una de las lideresas de oposición, criticó a Ollanta Humala y Nadine Heredia en los momentos precisos, los de mayor vulnerabilidad para la pareja, pero a diferencia de Alan García no se expuso demasiado como opositora al gobierno de Gana Perú.

Durante casi cinco años viajo por diversas localidades del país y dedicó buena parte de su tiempo a organizar su partido. Removió, temporalmente, a algunos personajes que acompañaron a su padre durante la década del 90 con la finalidad de proyectar una imagen renovada. Manejó relativamente bien la disputa de liderazgo con su hermano Kenji, considerado como miembro del ala dura del fujimorismo. Elaboró y aprendió muy bien un nuevo libreto: proyectarse como una lideresa distinta a Alberto Fujimori, respetuosa de la institucionalidad democrática y de los derechos humanos.

Alan García (Alianza Popular). Se posicionó como el principal opositor al gobierno de Humala,  quien a su vez dispuso se investigue exhaustivamente al líder del APRA en el Congreso de la República por presuntos actos de corrupción. García entendió que Nadine Heredia representaba una amenaza para su candidatura en el 2016, por lo que desplegó una ofensiva vigorosa contra la primera dama, cristalizada en la expresión “reelección conyugal”, repetida de manera incesante por García y otros líderes apristas para tratar de neutralizar cualquier intento del gobierno de allanar el camino legal para la postulación de Heredia a la presidencia[4]. Sin embargo, la revelación de los indultos otorgados por García a delincuentes condenados por narcotráfico melló severamente su imagen y lo desgastó prematuramente de cara a la campaña. Además, de cara a la campaña, García cometió un error grave al aliarse con el Partido Popular Cristiano (PPC), liderado por Lourdes Flores Nano, una lideresa con varias derrotas electorales a cuestas y caracterizada, años atrás por el propio García, como la candidata de los ricos.

Pedro Pablo Kuczinsky (Peruanos por el Kambio). En tiempos de una hiper-personalización de la política Kuczinsky logró conjugar sus iniciales con el nombre de su partido: PPK. Trató de consolidar su imagen como tecno político, experimentado en el manejo de la economía gracias a su experiencia como ministro del sector y presidente del Consejo de Ministros durante el gobierno de Alejandro Toledo, capaz de revertir la desaceleración del crecimiento económico a raíz de la baja de los precios de los minerales y una política económica errática por parte del gobierno de Ollanta Humala.

Intentó aparecer, nuevamente, como un candidato fresco y renovador para la política peruana a pesar de su avanzada edad, pero en esta elección el espacio de los jóvenes de sectores socioeconómicos altos fue ocupado por Julio Guzmán, hasta que el JNE declaró improcedente su candidatura faltando un mes para la primera vuelta. Sólo entonces PPK revivió, en el sentido político, y escaló a posiciones de vanguardia en términos de intención de voto de cara a la segunda vuelta.

Julio Guzmán (Todos por el Perú). Economista joven, con experiencia como consultor en organismos internacionales, Guzmán se proyectó a la escena política nacional haciendo un uso sostenido de redes sociales varios meses antes del inicio formal de la campaña y captando la atención e interés de un sector de jóvenes de sectores medios y altos. Se presentó como un candidato nuevo y renovador de la política peruana. Tardó en despegar en las encuestas de intención de voto, pero cuando lo hizo, entre fines de diciembre del 2015 y enero del 2016, mantuvo un expectante segundo lugar hasta que el JNE declaró improcedente la inscripción de la fórmula presidencial que él encabezó.

César Acuña (Alianza para el Progreso). Dueño de tres universidades empresa, con sedes en diversas regiones del Perú, Acuña inició su trayectoria política hace casi dos décadas cuando se convirtió en congresista, posteriormente en alcalde de Trujillo y luego en presidente regional de La Libertad, destronando al APRA de su histórico bastión regional. No es nuevo en política y ya era conocido a nivel nacional en su rol como empresario de la educación y líder político regional que se sumó a la candidatura de Kuczinsky en el 2011 en el marco de la alianza electoral Unidad Nacional. Empezó su campaña mucho antes del inicio formal del proceso, a través de un vigoroso despliegue publicitario que lo proyectaba como empresario exitoso, surgido de la pobreza, quien en base a la educación labró un futuro plagado de éxitos profesionales y, sobre todo, de riqueza. Tuvo como asesor al argentino brasileño Luis Favre[5] en la primera parte de su campaña e iba bien en las encuestas hasta que faltando poco más de dos meses para la elección, denuncias de plagio en sus tesis de magíster y doctorado, este último grado obtenido en la Universidad Complutense de Madrid, derrumbaron su pretendido perfil académico y su credibilidad. Cuando se encontraba en franca caída en la intención de voto, fue excluido de la contienda electoral por el JNE.

Alfredo Barnechea (Acción Popular)Periodista y político, Barnechea fue candidato a la alcaldía de Lima en el año 1983 por el APRA. No había tenido mayor protagonismo en la vida política nacional en los últimos años, hasta que se convirtió en candidato a la presidencia por Acción Popular, el partido de centro derecha fundado por Fernando Belaunde, quien fue presidente del Perú en dos oportunidades. Barnechea tuvo una actividad intensa en redes sociales en los inicios de la campaña, pero experimentó mayor visibilidad pública cuando fue invitado a diversos programas de radio  y televisión. Tuvo opciones de pasar a la segunda vuelta, pero algunos gestos durante la campaña, interpretados como desaires a personas de sectores populares, terminaron por afectar su candidatura.

Verónika Mendoza (Frente Amplio). Joven, cusqueña, quechua hablante, hija de peruano y francesa, fue elegida congresista por Gana Perú en el 2011 y fue parte del entorno de Ollanta Humala durante la campaña y los primeros meses de su gobierno. Sin embargo, el viraje político de Humala hacia la continuidad del modelo económico y la criminalización de la protesta social, desencadenaron la renuncia de Mendoza al partido del presidente y su conversión en una lideresa de oposición. Fundó el Movimiento Sembrar y junto a otros partidos de izquierda conformó el Frente Amplio del que se convirtió en candidata como resultado de elecciones internas. Mendoza desplegó una interesante campaña en redes sociales proponiendo un nuevo modelo de desarrollo económico y social para, pero no lograba despegar en las encuestas hasta que algunas entrevistas en televisión y radio le dieron la oportunidad de mostrarse a un público masivo y empezar a crecer en intención de voto.


[3] Una vez inscritas las fórmulas presidenciales y las listas de candidatos y candidatas al Congreso.
[4] En el Perú, la Ley Orgánica de Elecciones prohíbe la postulación a la presidencia de los familiares directos del presidente de la república. Dada la popularidad de Nadine Heredia en los primeros meses del gobierno de su esposo, se especuló sobre una posible candidatura para el período 2016-2021.
[5] Favre fue asesor de Ollanta Humala en el año 2011 en que logró llegar a la presidencia y de Susana Villarán en el año 2013, contribuyendo a que no sea revocada como alcaldesa de Lima. No tuvo el mismo final con Acuña.

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