Perú
Quince años después, la división entre fujimorismo y anti fujimorismo sigue presente en el país. Y el creciente apoyo a Keiko Fujimori creció ante la posibilidad de que el país “girara a la izquierda”. Sin embargo, la sombra de los gobiernos de izquierda en otros países de Latinoamérica, hizo que los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta lo hicieran precisamente porque no ponían en duda el modelo económico peruano. Tanto Keiko Fujimori como Pedro Pablo Kuczinsky, garantizaban la continuidad de la ruta económica adoptada en los años 90. En este contexto Fujimori se presentó a si misma como una opción distinta a la política tradicional peruana. No obstante, las redes sociales fueron claves para organizar a la ciudadanía e impedir que la hija del ex dictador llegara a la presidencia.
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Por: Jorge Acevedo
Las elecciones desarrolladas en el Perú han sido, en algunos aspectos, atípicas si las comparamos con los dos últimos procesos electorales (2006 y 2011). Primero, dos candidatos con posibilidades de llegar a la presidencia: Julio Guzmán y César Acuña, quedaron fuera del proceso antes de la primera vuelta por decisiones que tomó el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), organismo que se convirtió en un inusual protagonista durante la primera vuelta, entre los meses de febrero y marzo. En segundo lugar, la campaña no tuvo como protagonista a un candidato antisistema que pusiera en riesgo la continuidad del modelo económico neoliberal, como ocurrió en las dos elecciones pasadas en las que Ollanta Humala pasó a la segunda vuelta. En tercer lugar, no hubo un alto nivel de polarización en los medios, en favor o en contra de alguno de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczinsky, dado que ambos garantizaban la continuidad del modelo de crecimiento económico basado en la explotación de materias primas. Y, en cuarto lugar, por primera vez participó un candidato recluido en un establecimiento penitenciario[1], quien obtuvo un permiso especial para poder participar en el debate de primera vuelta.
En términos de constataciones, se afirma como tendencia observada especialmente en el proceso electoral anterior, el uso de redes sociales como Facebook y Twitter fue importante para visibilizar los nuevos rostros de la política peruana y propiciar su salto a la televisión y otros medios masivos, y fue clave también para convocar a amplios sectores de la ciudadanía en la idea de impedir que la hija del ex dictador gane la elección. Así mismo, se confirma que la gestión gubernamental se convierte en una trituradora del partido oficialista y de sus opciones electorales inmediatas. Le pasó a Perú Posible y al APRA, en los años 2006 y 2011 respectivamente, que a duras penas superaron la valla electoral y lograron una representación parlamentaria mínima. En las recientes elecciones, el partido de Ollanta Humala, Gana Perú, retiró a su candidato a la presidencia y a su lista parlamentaria en plena campaña[2]. Y, en tercer lugar, se confirma que en coyunturas electorales aflora en su real magnitud la división entre fujimorismo y anti fujimorismo, una especie de clivaje que divide al país desde la década del 90. Esta división se ha expresado en un apoyo consistente a Keiko Fujimori desde que fue elegida congresista en el año 2006 y se convirtió en candidata presidencial en el 2011, y en la movilización de amplios sectores ciudadanos en contra de su candidatura en las dos últimas elecciones.
Los principales candidatos en el partidor
Si bien las campañas electorales en el Perú cobran intensidad entre los meses de enero y febrero[3], en la práctica empiezan algunos meses antes cuando los partidos y alianzas electorales van definiendo o confirman a sus candidatos y candidatas a la presidencia, las vicepresidencias y al Congreso de la República. Entre fines del 2015 y comienzos del 2016, el grupo de candidatos con posibilidades de pasar a la segunda vuelta y llegar a la presidencia estuvo compuesto por miembros de lo que un sector de la prensa ha denominado el “elenco estable” y por algunos nuevos rostros de la política peruana. Como parte del elenco estable figuraban aquellos políticos con experiencia en elecciones anteriores y, en algunos casos, en diversos cargos públicos: Keiko Fujimori, Alan García, Pedro Pablo Kuczinsky, César Acuña y, con menores opciones, Alejandro Toledo. Entre los nuevos rostros de la política destacaban Julio Guzmán, Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea, quien no representaba exactamente una renovación, pero no había participado activamente en procesos electorales anteriores. A continuación se presenta una breve caracterización de cada uno de ellos.
Keiko Fujimori (Fuerza Popular). Desde que perdió las elecciones en el año 2011, la hija de Alberto Fujimori se convirtió en la candidata con mayores opciones para el proceso electoral del 2016. Tuvo, a lo largo de casi los cinco años del gobierno de Ollanta Humala, un importante respaldo de la ciudadanía. Como una de las lideresas de oposición, criticó a Ollanta Humala y Nadine Heredia en los momentos precisos, los de mayor vulnerabilidad para la pareja, pero a diferencia de Alan García no se expuso demasiado como opositora al gobierno de Gana Perú.
Durante casi cinco años viajo por diversas localidades del país y dedicó buena parte de su tiempo a organizar su partido. Removió, temporalmente, a algunos personajes que acompañaron a su padre durante la década del 90 con la finalidad de proyectar una imagen renovada. Manejó relativamente bien la disputa de liderazgo con su hermano Kenji, considerado como miembro del ala dura del fujimorismo. Elaboró y aprendió muy bien un nuevo libreto: proyectarse como una lideresa distinta a Alberto Fujimori, respetuosa de la institucionalidad democrática y de los derechos humanos.
Alan García (Alianza Popular). Se posicionó como el principal opositor al gobierno de Humala, quien a su vez dispuso se investigue exhaustivamente al líder del APRA en el Congreso de la República por presuntos actos de corrupción. García entendió que Nadine Heredia representaba una amenaza para su candidatura en el 2016, por lo que desplegó una ofensiva vigorosa contra la primera dama, cristalizada en la expresión “reelección conyugal”, repetida de manera incesante por García y otros líderes apristas para tratar de neutralizar cualquier intento del gobierno de allanar el camino legal para la postulación de Heredia a la presidencia[4]. Sin embargo, la revelación de los indultos otorgados por García a delincuentes condenados por narcotráfico melló severamente su imagen y lo desgastó prematuramente de cara a la campaña. Además, de cara a la campaña, García cometió un error grave al aliarse con el Partido Popular Cristiano (PPC), liderado por Lourdes Flores Nano, una lideresa con varias derrotas electorales a cuestas y caracterizada, años atrás por el propio García, como la candidata de los ricos.
Pedro Pablo Kuczinsky (Peruanos por el Kambio). En tiempos de una hiper-personalización de la política Kuczinsky logró conjugar sus iniciales con el nombre de su partido: PPK. Trató de consolidar su imagen como tecno político, experimentado en el manejo de la economía gracias a su experiencia como ministro del sector y presidente del Consejo de Ministros durante el gobierno de Alejandro Toledo, capaz de revertir la desaceleración del crecimiento económico a raíz de la baja de los precios de los minerales y una política económica errática por parte del gobierno de Ollanta Humala.
Intentó aparecer, nuevamente, como un candidato fresco y renovador para la política peruana a pesar de su avanzada edad, pero en esta elección el espacio de los jóvenes de sectores socioeconómicos altos fue ocupado por Julio Guzmán, hasta que el JNE declaró improcedente su candidatura faltando un mes para la primera vuelta. Sólo entonces PPK revivió, en el sentido político, y escaló a posiciones de vanguardia en términos de intención de voto de cara a la segunda vuelta.
Julio Guzmán (Todos por el Perú). Economista joven, con experiencia como consultor en organismos internacionales, Guzmán se proyectó a la escena política nacional haciendo un uso sostenido de redes sociales varios meses antes del inicio formal de la campaña y captando la atención e interés de un sector de jóvenes de sectores medios y altos. Se presentó como un candidato nuevo y renovador de la política peruana. Tardó en despegar en las encuestas de intención de voto, pero cuando lo hizo, entre fines de diciembre del 2015 y enero del 2016, mantuvo un expectante segundo lugar hasta que el JNE declaró improcedente la inscripción de la fórmula presidencial que él encabezó.
César Acuña (Alianza para el Progreso). Dueño de tres universidades empresa, con sedes en diversas regiones del Perú, Acuña inició su trayectoria política hace casi dos décadas cuando se convirtió en congresista, posteriormente en alcalde de Trujillo y luego en presidente regional de La Libertad, destronando al APRA de su histórico bastión regional. No es nuevo en política y ya era conocido a nivel nacional en su rol como empresario de la educación y líder político regional que se sumó a la candidatura de Kuczinsky en el 2011 en el marco de la alianza electoral Unidad Nacional. Empezó su campaña mucho antes del inicio formal del proceso, a través de un vigoroso despliegue publicitario que lo proyectaba como empresario exitoso, surgido de la pobreza, quien en base a la educación labró un futuro plagado de éxitos profesionales y, sobre todo, de riqueza. Tuvo como asesor al argentino brasileño Luis Favre[5] en la primera parte de su campaña e iba bien en las encuestas hasta que faltando poco más de dos meses para la elección, denuncias de plagio en sus tesis de magíster y doctorado, este último grado obtenido en la Universidad Complutense de Madrid, derrumbaron su pretendido perfil académico y su credibilidad. Cuando se encontraba en franca caída en la intención de voto, fue excluido de la contienda electoral por el JNE.
Alfredo Barnechea (Acción Popular). Periodista y político, Barnechea fue candidato a la alcaldía de Lima en el año 1983 por el APRA. No había tenido mayor protagonismo en la vida política nacional en los últimos años, hasta que se convirtió en candidato a la presidencia por Acción Popular, el partido de centro derecha fundado por Fernando Belaunde, quien fue presidente del Perú en dos oportunidades. Barnechea tuvo una actividad intensa en redes sociales en los inicios de la campaña, pero experimentó mayor visibilidad pública cuando fue invitado a diversos programas de radio y televisión. Tuvo opciones de pasar a la segunda vuelta, pero algunos gestos durante la campaña, interpretados como desaires a personas de sectores populares, terminaron por afectar su candidatura.
Verónika Mendoza (Frente Amplio). Joven, cusqueña, quechua hablante, hija de peruano y francesa, fue elegida congresista por Gana Perú en el 2011 y fue parte del entorno de Ollanta Humala durante la campaña y los primeros meses de su gobierno. Sin embargo, el viraje político de Humala hacia la continuidad del modelo económico y la criminalización de la protesta social, desencadenaron la renuncia de Mendoza al partido del presidente y su conversión en una lideresa de oposición. Fundó el Movimiento Sembrar y junto a otros partidos de izquierda conformó el Frente Amplio del que se convirtió en candidata como resultado de elecciones internas. Mendoza desplegó una interesante campaña en redes sociales proponiendo un nuevo modelo de desarrollo económico y social para, pero no lograba despegar en las encuestas hasta que algunas entrevistas en televisión y radio le dieron la oportunidad de mostrarse a un público masivo y empezar a crecer en intención de voto.
Los medios, las redes sociales y el consumo informativo
En el Perú existe un alto nivel de concentración mediática especialmente en la prensa escrita. En agosto del año 2013 el Grupo El Comercio (GEC) adquirió el 54% de las acciones de EPENSA, el segundo operador en el mercado de la prensa. Con la compra, el GEC lograba una participación de 78% en términos de circulación neta de ejemplares. Si bien no había grandes diferencias entre la política editorial de ambos grupos antes de la compra, la operación consolidó la posición de dominio del GEC en un mercado que, a diferencia de lo que ocurre en Norteamérica y varios países de Europa, ha crecido de manera importante en los últimos diez años. Además, en la medida que no existen límites a la propiedad cruzada, el conglomerado de la familia Miró Quesada mantiene el control de América Televisión, el canal con mayor sintonía promedio, y de un canal informativo de cable (Canal N). La hegemonía del GEC se extiende también al Internet, dado que de los diez sitios web con mayor número de visitantes por mes, ocho son parte del conglomerado.
En la radio predominan tres grupos: RPP, del que forma parte la emisora noticiosa más sintonizada del país (Radioprogramas); Corporación Radial del Perú y Corporación Universal. En televisión, más allá de América Televisión, tienen una participación importante Latina, controlado por el fondo de inversiones ENFOCA; el Grupo ATV, vinculado al mexicano Ángel González; y Panamericana Televisión.
Salvo el grupo La República, que tiene una participación de alrededor de 15% en el mercado de la prensa, el resto de grupos y empresas mediáticas ha apoyado vigorosamente a candidatos favorables a la continuidad del modelo neoliberal basado en la explotación de materias primas, y ha sido sumamente crítico respecto a propuestas de cambio de la política económica.
Desde el campo de los hábitos de consumo de medios y redes en el marco de la campaña, cabe destacar algunos resultados de la encuesta aplicada a nivel urbano y rural por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en marzo del 2016.
El estudio revela que el promedio de días por semana de consumo de noticias políticas en espacios de televisión llega a 4.1, en tanto que el promedio de días de escucha de noticias en radio es de 3, la lectura de noticias sobre política en diarios llega a 2.9 días por semana, y la obtención de noticias sobre política en Internet llega a 1.6 días. El uso de Internet para informarse sobre política es mayor en los sectores A/B, con un nivel socioeconómico medio alto, llegando a los 3 días a la semana. Este sector también tiene un alto consumo de televisión y diarios. El consumo de noticias en radio, en cambio, es mayor en los sectores socioeconómicos bajos (D/E).
En el marco de la encuesta se preguntó a la ciudadanía si había usado Internet para informarse sobre los candidatos, sus propuestas y/o noticias relacionadas con la campaña. El 23.5%, poco menos de una cuarta parte de la población habilitada para votar, señaló sí haberlo hecho, en tanto que el 76.5% señaló que no. El uso de Internet para informarse en el marco de la campaña es mayor en Lima y Callao (30%), en los sectores A/B (49.7%), en los varones (28.7%) en comparación con las mujeres (18.4%) y en los más jóvenes: el 39.2% de quienes sí han usado Internet tiene de 18 a 29 años.
En la idea de profundizar en los hábitos de consumo de quienes sí utilizaron Internet para informarse sobre los candidatos, sus propuestas y otras noticias en el marco de la campaña, el 85% señaló haber consultado noticias de los medios en Facebook; el 73% recurrió a las páginas Web de los medios; el 65% recurrió a información posteada por amigos y compañeros de trabajo a través de las redes sociales; y el 61% consultó los perfiles de Facebook de los candidatos y candidatas. Los tipos de información más consumidos fueron: los planes de gobierno (77%), opiniones sobre los candidatos (74%) y opiniones de los candidatos sobre los sucesos de la campaña (72%). La encuesta permitió conocer que un 49.3% tiene cuenta de Facebook, principalmente jóvenes, de sectores socioeconómicos altos y medios.
El uso de redes en el marco de las campañas electorales se ha incrementado en los últimos años, pero no desplaza sino que más bien converge con los medios convencionales, especialmente la televisión, cuya capacidad de producción y distribución de contenidos de manera coordinada y a través de diversas plataformas tecnológicas supera cualquier iniciativa de sociedad civil y de periodistas independientes.
Una accidentada primera vuelta
Hacia mediados del segundo semestre del 2015 casi todo hacía suponer que la elección se dilucidaría entre Keiko Fujimori, César Acuña, Pedro Pablo Kuczinsky, Alan García y, eventualmente, Alejandro Toledo, todos parte del elenco estable de la política peruana de los últimos años.
En los medios de comunicación eran principalmente Fujimori, García, Acuña y Kuczinsky quienes tenían una mayor presencia en las informaciones sobre el proceso electoral. Sin embargo, entre los meses de noviembre y diciembre ya empezaba a asomar en las encuestas de intención de voto un joven candidato con cierta presencia en redes sociales: Julio Guzmán, del partido Todos por el Perú, quien enarbolaba las banderas de la renovación política a la par de presentarse como un técnico capaz de revertir la desaceleración del crecimiento económico.
En la siguiente tabla se muestra cómo la candidatura de Guzmán llegó a los dos dígitos en el mes de enero, y se posicionó un mes después en un expectante segundo lugar en la intención de voto hasta que su inscripción como candidato fue declarada improcedente por el JNE. Según la encuestadora GFK, Guzmán pasó de 2% en diciembre a 10.4% de intención de voto en enero y 16.60% en el mes de febrero. En tanto que la candidatura de César Acuña, encumbrada a fines del 2015, se empezó a desinflar entre fines de enero y el mes de febrero cuando surgieron denuncias de haber cometido plagio en sus tesis de maestría y doctorado, además de haber usurpado la autoría de un libro[6]. Keiko Fujimori mantenía un alto porcentaje de intención de voto, superior al 30%, en tanto que Alan García y PPK habían sido relegados al cuarto y quinto lugar en el mes de enero.
Luego del bajón de Acuña, la candidatura de PPK empezó a crecer en tanto que Alfredo Barnechea, quien en enero no había logrado despegar, saltó al cuarto lugar en febrero con algunos temas sensibles para la región sur del país: la necesidad de recuperar el gas de Camisea en función de las necesidades energéticas del Perú. Verónika Mendoza, por su parte, casi duplicó su baja intención de voto pasando de 1.9% en enero a 3.7% en febrero.
Tabla 1 Intención de Voto – Primera VueltaCandidatos | Enero | Febrero |
Keiko Fujimori | 32.60% | 34.60% |
Julio Guzmán | 10.40% | 16.60% |
César Acuña | 10% | 3.60% |
Pedro Pablo Kuczinsky | 9.50% | 6.90% |
Alan García | 6.50% | 4.30% |
Alejandro Toledo | 2.70% | 1.60% |
Alfredo Barnechea | -- | 5.10% |
Verónika Mendoza | 1.90% | 3.70% |
Otros | 4.30% | 2.80% |
Blanco / Viciado | 9.50% | 8.40% |
NS/NP | 12.60% | 12.40% |
Como se señaló líneas arriba, el uso de redes sociales en Internet fue intenso por parte de las campañas de Guzmán, Barnechea, PPK y en parte de Verónika Mendoza. No sólo para visibilizar sus candidaturas, presentar algunas ideas fuerza y catapultarlos a los medios masivos, sino también para responder a críticas y ataques diversos. Por ejemplo, frente a los cuestionamientos a Guzmán por no mostrar una fuente de ingresos, hacia fines de enero su esposa lanzó en redes sociales el mensaje “soy mujer y paro la olla”, aludiendo a que era ella quien sostenía a la familia en base a sus actividades profesionales mientras su marido estaba dedicado enteramente a la campaña.
En tanto que la candidata de izquierda, Verónika Mendoza, que bordeaba el 2%, fue invitada al programa dominical “Sin Medias Tintas”, de Latina, a principios de febrero. Uno de los conductores del espacio político, el mordaz y anti izquierdista Aldo Mariátegui, paradójicamente nieto del fundador del socialismo peruano[7], recibió a Mendoza hablándole en francés en alusión a su doble nacionalidad. La candidata le respondió en un quechua fluido frente a lo cual Mariátegui quedó en ridículo. La secuencia fue reproducida en diversos medios de comunicación y en redes sociales, con un enmarcado favorable a la candidata del Frente Amplio. Además, Mendoza sobrellevó de manera inteligente un panel de periodistas abiertamente hostil a su candidatura[8], como suelen ser en el Perú las entrevistas a candidatos de izquierda.
Por el contrario, el expresidente Alan García, veterano en lides electorales que supo establecer una buena relación con propietarios de medios y algunos periodistas, fue entrevistado por el mismo programa pero no en vivo ni con un panel de periodistas críticos a su candidatura[9]. Incluso recibiendo un trato amigable de varios medios de comunicación, García no logró remontar en las encuestas.
El inesperado protagonismo del Jurado Nacional de Elecciones
El curso de la campaña fue severamente afectado entre fines de febrero y las dos primeras semanas de marzo, debido a decisiones que tomó el Jurado Nacional de Elecciones respecto a las candidaturas de Julio Guzmán, encaramado en el segundo lugar, y César Acuña, venido a menos debido a los escándalos de plagio.
El Jurado Electoral Especial de Lima (JEE)[10] y, en segunda instancia, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)[11] declararon improcedente la inscripción de la fórmula presidencial de Todos por el Perú, Julio Guzmán, por incumplimiento de normas que regulan el procedimiento democrático interno para la designación de candidatos. Y el mismo organismo electoral, en primera y segunda instancia, excluyó del proceso a César Acuña, candidato de Alianza para el Progreso[12], por haber entregado dinero a ciudadanos en el marco de actos proselitistas desarrollados el 8 y 10 de febrero del 2016, violando la Ley de Organizaciones Políticas.
Reacomodo y recta final de primera vuelta
Con dos importantes jugadores fuera de juego, sobre todo Julio Guzmán, la intención de voto cambió de manera significativa y el principal beneficiado fue Pedro Pablo Kuczinsky, quien ya se había visto favorecido por el bajón de Acuña. Pero también Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea crecieron en las encuestas. Este último, sin embargo, cometió algunos errores gruesos en su relación con personas de sectores populares al rechazar comidas típicas y un sombrero tradicional en sus visitas a diferentes localidades del país. Sus rivales políticos y diversos medios de comunicación criticaron su “soberbia” y remarcaron su distancia de clase con las grandes mayorías del país.
En el último tramo de la primera vuelta, especialmente en la víspera del debate celebrado el 3 de abril a una semana antes de la votación, estaba claro que Keiko Fujimori pasaba a segunda vuelta con una larga ventaja sobre quien resultara segundo, pero existían dudas respecto a quien la acompañaría: PPK o Verónika Mendoza. Esta última empezó a ser objeto, por un período corto pero intenso, de una campaña negativa en redes sociales destinada a infundir temor en el electorado menos informado tildándola de chavista y hasta de aliada de Sendero Luminoso.
También los grandes medios enfilaron sus baterías contra la joven candidata del Frente Amplio quien, a pesar de todo, parecía tener grandes posibilidades de superar a Kuczinsky faltando pocos días para la votación. Así por ejemplo, en el programa Cuarto Poder de América Televisión (canal controlado Grupo El Comercio), el periodista que entrevistó a Verónika Mendoza luego del debate presidencial sorprendió a la teleaudiencia y a la propia candidata preguntándole “¿De qué ha venido vestida?”, a lo que Mendoza respondió “Bueno, de mí misma, con un bordadito cusqueño”. No conforme con la primera respuesta y, tal vez, tratando de cumplir con un objetivo prestablecido, el periodista insistió: “Tipo Evo Morales, se parece a Evo Morales por el diseño”[13]. En redes sociales se criticó al periodista por su inesperada agresividad (y machismo) en el diálogo con Verónika, sin embargo en otros sectores de la población el intercambio habría contribuido a reforzar la idea de que la izquierda peruana está asociada umbilicalmente a Evo Morales, Rafael Correa, antes a Chávez y hoy en día a Maduro.
Fue en esta última etapa de la primera vuelta y por un período relativamente corto que buena parte de los medios enfiló sus críticas contra la única candidata de izquierda con posibilidades reales de pasar a segunda vuelta. El otro candidato, Gregorio Santos (Democracia Directa), privado de su libertad, tuvo un buen desempeño en el debate pero no significó ningún un riesgo para el establishment.
Finalmente, la intensa campaña en redes y en diversos medios de comunicación habría dado resultado en la medida que el crecimiento de Mendoza se frenó y revertió faltando un día para la primera votación, y fue más bien PPK quien tuvo un ligero repunte entre el 1 y el 6 de abril, lo suficiente como para pasar a segunda vuelta según se puede apreciar en la siguiente tabla.
Tabla 2 Simulacros de votación y resultado – Primera vueltaCandidatos | 01 de abril | 06 de abril | 09 de abril | Resultados ONPE |
Keiko Fujimori | 42.10% | 40.70% | 35.40% | 40% |
Pedro Pablo Kuczinsky | 17.10% | 21% | 21.60% | 21.00% |
Verónika Mendoza | 17.00% | 16.50% | 19.40% | 18.80% |
Alfredo Barnechea | 11.40% | 7.70% | 8.60% | 7.00% |
Alan García | 6.80% | 5.90% | 7.00% | 5.80% |
Gregorio Santos | 4.00% | |||
Otros | 3% |
Cabe señalar, así mismo, que no necesariamente el candidato que más gasta en campaña y especialmente en publicidad tiene los mejores resultados. Según se aprecia en los siguientes gráficos, el partido de Acuña fue el que más gastó en la primera vuelta, seguido de lejos por Fuerza Popular, Alianza Popular y Peruanos por el Kambio. Ciertamente la entrega de dinero en plena campaña por parte de Acuña y la decisión tomada por el JNE lo dejaron fuera de la elección, pero su candidatura venía en picada luego de las denuncias de plagio.
Fuente: ONPE. Elaboración propiaFuente: ONPE. Elaboración propia.
Segunda vuelta: De la aparente tranquilidad al fuego cruzado
Una vez definidos los resultados de la primera vuelta y como no había ocurrido en las dos elecciones anteriores (2006 y 2011), la tranquilidad volvió a los principales agentes económicos nacionales e internacionales porque el modelo económico no estaba en riesgo. Tanto Keiko Fujimori como Pedro Pablo Kuczinsky garantizaban la continuidad de la ruta económica adoptada en 1990 y plasmada en la Constitución de 1993. Sin embargo, si bien en el plano económico no emergieron grandes preocupaciones, a los pocos días se reavivó la contienda electoral con el lanzamiento de la campaña de Keiko Fujimori, fortalecida por haber logrado la mayoría absoluta del Congreso[14].
La primera mano la gana Fujimori
La estrategia de Keiko en la segunda vuelta se basó en enmarcar a PPK como el candidato de los ricos y de los intereses extranjeros en el Perú. Ella, más bien, representaba los anhelos de mayores derechos y oportunidades de los sectores populares para poder sacar adelante sus emprendimientos económicos, personales y familiares. Su estrategia se basó, en gran parte, en el diálogo y acuerdos con sectores sociales y económicos que operan en la informalidad y, en algunos casos, en la ilegalidad, bajo el marco de la versión popular del discurso neoliberal: el emprendimiento personal o familiar para salir de la pobreza y labrarse un futuro distinto. Kuczinsky, en cambio, representaba la continuidad en términos de un Estado al servicio de los más poderosos.
“Cómo has cambiado, pelona”. La suerte estaba casi echada
Fujimori retomó sus viajes por diversas regiones del país, especialmente aquellas en las que no obtuvo una votación importante, como las del sur. Haciendo gala de la vitalidad que le da su juventud y gracias al despliegue de organización y recursos de su partido, Keiko caminó por distintas ciudades y pequeños pueblos del Perú proclamando lo bueno del gobierno de su padre, reconociendo los “errores” que cometió (delitos, en realidad) y presentándose como la lideresa que el Perú necesitaba para salir de la crisis económica.
Entre tanto, PPK, hombre de avanzada edad, se tomó un descanso relativamente largo luego de la extenuante primera vuelta. Viajó a los Estados Unidos para pasar unos días con su familia y tal vez reunirse con algunos partidarios, decisión que le costó la pérdida de la ligera ventaja que tenía sobre Fujimori al cabo de la primera vuelta.
A comienzos de mayo, Keiko Fujimori había pasado a comandar la intención de voto aunque por muy pocos puntos de diferencia lo cual situaba los resultados de los sondeos dentro de los márgenes de error. Sin embargo, la tendencia se mantuvo hasta la última semana de la votación definitiva, como se verá más adelante.
Incluso, la candidata de Fuerza Popular pudo, en primera instancia, recuperarse de una grave denuncia respecto al secretario general de su partido y financista de la campaña, Joaquín Ramírez. Un informante de la DEA sostuvo que Ramírez era investigado por la agencia norteamericana antinarcóticos por presunto lavado de activos, dinero que habría sido entregado por la propia candidata. La denuncia fue hecha por el programa Cuarto Poder, de América Televisión, en colaboración con Univisión[15]. Fujimori reaccionó erráticamente respaldando a Ramírez, pero al poco tiempo este renunció a la secretaría general del partido y se apartó del entorno de la candidata.
Magullada pero no drásticamente afectada, Keiko llegó al primer debate descentralizado de segunda vuelta, el domingo 22 de mayo en la norteña ciudad de Piura, decidida a liquidar a su rival. Desató una agresividad poco expresada en el marco de la campaña, actitud que contrastó con el nerviosismo, la pasividad y falta de reflejos de PPK para responder a los ataques de su rival. Fujimori cerró bien ese primer debate citando una frase de Nicomedes Santa Cruz[16] para referirse a PPK: “cómo has cambiado pelona”, recordando que Kuczinsky la apoyó decididamente en la segunda vuelta del año 2011 cuando ella enfrentó a Ollanta Humala. Para diversos analistas, ese debate lo ganó largamente Keiko Fujimori.
“Tú no has cambiado, pelona”. El triunfo se va de las manos
Todo iba bien para Keiko Fujimori faltando poco más de una semana para la votación del 5 de junio. Su victoria era solo cuestión de tiempo. Pero faltando una semana, ocurrieron cuatro acontecimientos que precipitaron una derrota estrepitosa e inesperada. El primero de ellos es que uno de sus voceros y candidato a la segunda vicepresidencia, José Chlimper, proporcionó a un programa de Panamericana Televisión un audio adulterado para desacreditar al informante de la DEA que había involucrado a Joaquín Ramírez en una acusación por lavado de activos. El efecto deseado por el fujimorismo duró muy poco una vez que se descubrió la manipulación de la grabación, un recurso utilizado por Vladimiro Montesinos para desprestigiar a políticos de oposición y periodistas críticos, y crear cortinas de humo a manera de distractores de la opinión pública. El audio se convirtió en un boomerang para Keiko.
El segundo hecho fue la convocatoria a la segunda y masiva marcha en contra de la candidatura de Keiko Fujimori, promovida por una serie de organizaciones de sociedad civil pero especialmente por el colectivo No a Keiko, surgido en el marco de las elecciones del año 2011. La convocatoria realizada principalmente a través de redes sociales como Facebook, Twitter y otras, logró una participación significativa especialmente de jóvenes de diferentes sectores sociales quienes marcharon durante horas por el centro histórico de Lima y otras ciudades del país y el extranjero, para expresar su rechazo a la posibilidad que Keiko Fujimori llegue al poder[17].
El tercer hecho fue la decisión de Verónika Mendoza de apoyar la candidatura de PPK para evitar que el fujimorismo regrese al poder. Mendoza hizo un llamado, a través de spots en castellano y en quechua, a los militantes y simpatizantes del Frente Amplio a votar para que Fujimori no llegue a la presidencia. Su mensaje circuló profusamente en redes sociales y se escuchó en decenas de emisoras de radio, locales y comunitarias, especialmente en las regiones del centro y sur del Perú.
Finalmente, Pedro Pablo Kuczinsky tuvo un mejor desempeño en el segundo y último debate previo a la votación, desarrollado el 29 de mayo. PPK estuvo más seguro y agresivo que en el primer debate, y cerró invirtiendo la frase de Santa Cruz citada por Keiko Fujimori en el debate de Piura. PPK le dijo a Keiko: “Tú no has cambiado, pelona”, dado que las viejas relaciones con el narcotráfico y las prácticas montesinistas de adulteración de audios y montaje de psicosociales seguían formando parte del fujimorismo.
Así, lo que parecía imposible se hizo realidad y PPK logró remontar, por poco más de 41 mil votos, un resultado que parecía ya definido a favor de Keiko Fujimori. En la siguiente tabla puede notarse claramente la remontada de PPK en los últimos días de la campaña.En términos de los gastos de campaña, de acuerdo a la información proporcionada por la ONPE luego de concluida la segunda vuelta, ambos partidos gastaron cerca de 10 millones de soles, siendo Peruanos por el Kambio la agrupación que más gasto: el 55% del total estimado en cerca de 10 millones de soles, en tanto que Peruanos por el Kambio el 45%. Como en primera vuelta, fue la publicidad electoral el rubro al que se destinó la mayoría de recursos utilizados.
Sobre el tema del financiamiento de las campañas, existen serias dudas e interrogantes respecto al proceso de recaudación de fondos privados por parte de los partidos políticos y alianzas electorales y sobre la identidad de sus principales donantes. Una investigación de Ojo Público, una asociación de periodistas independientes, pone énfasis en la poca claridad de las cifras y la veracidad de los nombres de los donantes reportados por los partidos a los organismos electorales[18]. Se trata de un ámbito caracterizado por una gran opacidad y por la poca capacidad de los organismos electorales para hacer una verificación exhaustiva de la información proporcionada.
Los medios en la segunda vuelta
Como se señaló líneas arriba, la mayoría de medios de comunicación no mostró abiertamente sus preferencias o su animadversión a lo largo de la segunda vuelta con relación a alguno de los candidatos, salvo en el caso del diario La República, que sí desarrolló una vigorosa campaña de denuncia de presuntos actos de corrupción de Fuerza Popular y el entorno de su candidata Keiko Fujimori. Sin embargo, en el último tramo de la campaña y a partir de las denuncias de lavado de activos en contra de Joaquín Ramírez y la manipulación del audio difundido días después, el Grupo El Comercio decidió concentrar sus críticas en el entorno de Keiko Fujimori aunque no de una manera burda y desproporcionada como sí ocurrió en las anteriores campañas electorales en las que participó Ollanta Humala.
De acuerdo al monitoreo de medios realizado por la Misión de Observación de la Unión Europea, Keiko Fujimori tuvo una mayor presencia en medios, con un 56% de los espacios y programas analizados, en tanto que PPK tuvo presencia en el 44% del material analizado. Como se aprecia en la siguiente tabla, fue Keiko Fujimori la candidata que tuvo una mayor tonalidad negativa aunque ligeramente, salvo el caso de La República que sí desplegó una campaña periodística contra su candidatura. Pero de ningún modo, como se ha señalado previamente, el escenario mediático se mostró tan desigual como en los dos procesos electorales precedentes.
Tabla 4 Cobertura mediática – Segunda vueltaMedio de Comunicación | Keiko Fujimori | Pedro Pablo Kuczinsky | ||||||
Positivo | Neutro | Negativo | Total | Positivo | Neutro | Negativo | Total | |
América Televisión | 0% | 57% | 1% | 58% | 0% | 42% | 0% | 42% |
Latina | 0% | 57% | 1% | 58% | 0% | 42% | 0% | 42% |
ATV | 0% | 52% | 1% | 53% | 0% | 46% | 0% | 46% |
Panamericana Televisión | 0% | 57% | 1% | 58% | 1% | 40% | 0% | 41% |
TV Perú | 0% | 52% | 1% | 53% | 0% | 47% | 0% | 47% |
Radio Exitosa | 1% | 54% | 4% | 59% | 1% | 38% | 1% | 40% |
RPP Noticias | 1% | 53% | 1% | 55% | 0% | 42% | 3% | 45% |
Radio Nacional | 0% | 56% | 3% | 59% | 0% | 40% | 0% | 40% |
El Comercio | 0% | 49% | 8% | 57% | 0% | 42% | 1% | 43% |
Peru.21 | 0% | 45% | 8% | 53% | 0% | 46% | 0% | 46% |
Trome | 0% | 53% | 4% | 57% | 0% | 43% | 0% | 43% |
Correo | 0% | 45% | 8% | 53% | 0% | 46% | 1% | 47% |
La República | 0% | 40% | 29% | 69% | 1% | 31% | 0% | 32% |
Un estudio sobre la cobertura periodística -en televisión y radio- del proceso electoral, realizado por el Consejo Consultivo de Radio y Televisión (2016), revela también que en segunda vuelta no hubo un tratamiento marcadamente desigual en favor o en contra de Pedro Pablo Kuczinsky o Keiko Fujimori, aunque PPK tuvo un enmarcado ligeramente más favorable que el de Keiko. El estudio revela, así mismo, que aunque algunos canales de televisión firmaron un acuerdo para centrar su atención en informar y discutir sobre las propuestas de gobierno de los candidatos, el foco de atención fueron los hechos de campaña y los ataques entre los candidatos y candidatas, tanto en la primera como en la segunda vuelta. De hecho, el enmarcado o frame de confrontación predominó sobre otro tipo de relatos periodísticos en el contexto de la campaña electoral.
Cierre: Los primeros meses del presidente Kuczinsky y el escenario mediático
A diferencia de Ollanta Humala y en parte de Alejandro Toledo, PPK no ganó teniendo en contra a la mayoría de los medios de comunicación ni ha empezado a gobernar en un escenario mediático desfavorable. En la medida en que Kuczinsky garantiza la continuidad del modelo económico, y pueda gestionar adecuadamente o aplacar los conflictos sociales que “ponen en riesgo la inversión”, los principales grupos mediáticos tenderían a ubicarse en una posición crítica permanente.
Cabe señalar, sin embargo, algunos canales de televisión y el propio Grupo El Comercio han expresado críticas con relación a dos temas controversiales surgidos en los tres primeros meses de su gobierno. El primero tuvo que ver con las críticas de la segunda vicepresidenta y congresista por Peruanos por el Kambio, Mercedes Aráoz, a los realities televisivos que denigran especialmente la imagen de la mujer en pleno horario familiar. Luego de un intercambio breve de opiniones opuestas, el tema quedó zanjado cuando tanto Aráoz como el propio Kuczinsky afirmaron que el gobierno no quiere regular contenidos sino que la ley y el reglamento de Radio y Televisión se cumplan.
El segundo tema en debate, más complejo que el primero, tiene que ver con la discusión sobre la posibilidad de aprobar una ley general antimonopolios y anti oligopolios, frente a lo cual algunos voceros del gobierno se pronunciaron a favor. El Grupo El Comercio reaccionó inmediatamente con editoriales y artículos destinados neutralizar cualquier intención de aprobar una ley semejante que ponga en riesgo su alto nivel de participación en el mercado de la prensa escrita. El intercambio de argumentos ha pasado a un segundo plano a la fecha de elaboración del presente artículo.
Sin embargo, más allá de lo expresado en los dos párrafos precedentes, nada hace presagiar una confrontación en “las alturas”, entre el gobierno y los principales grupos de poder.
Bibliografía
- Consejo Consultivo de Radio y Televisión (2016). Monitoreo de la cobertura periodística de las elecciones 2016. Informe final. Lima: CONCORTV.
- Chaparro, H. (2016). “Opinión pública, medios y redes sociales”. Presentación realizada en el seminario Comunicación y Política en el marco del proceso electoral 2016. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.
- Unión Europea – Misión de Observación Electoral Perú (2016a). Monitoreo cuantitativo de la cobertura mediática. Elecciones Generales 2016. Lima: Unión Europea
- Unión Europea – Misión de Observación Electoral Perú (2016b). Monitoreo cuantitativo de la cobertura mediática. Elecciones Presidenciales 2016 (Segunda Vuelta). Lima: Unión Europea.