MEDIOS Y ELECCIONES EN AMÉRICA LATINA 2013 - 2015

Guatemala

El 14 de enero de 2016, por primera vez en 16 años, tomó posesión de la Presidencia de Guatemala un candidato que ganó las elecciones en la primera oportunidad en que participó: Jimmy Morales Cabrera. Morales rompió la idea instaurada en cuatro elecciones precedentes de que el candidato que quedaba en segunda posición en el balotaje era a quien, en los próximos comicios, sería Presidente. La caída de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti así como el proceso judicial abierto contra Barquín disminuyeron considerablemente la elegibilidad de Manuel Baldizón, el candidato presidencial de LIDER, quien todavía seis meses antes de la primera ronda electoral era considerado el favorito para alzarse con la victoria. Estas elecciones fueron la confirmación de que el gasto en propaganda electoral y la presencia continuada en los medios de comunicación no son la variable decisiva para definir los resultados. Al contrario, mostró que la indignación ciudadana y una apuesta política distinta, sí pueden cambiar los votos y, tal vez, el rumbo del país.

Contenido

    Por: Gustavo Berganza

    El candidato al que le tocaba la presidencia


    Manuel Antonio Baldizón Méndez, el candidato del partido Libertad Democrática Renovada –LIDER- había sido electo en dos oportunidades como diputado al Congreso de la República. Durante el gobierno del presidente Álvaro Colom (2008-2012), había formado parte del partido oficial, Unidad de la Esperanza –UNE-, con el cual rompió en 2009 para formar LIDER, su propio partido.

    La Corte de Constitucionalidad denegó la posibilidad de participar en las elecciones de 2011 a Sandra Torres, ex esposa del presidente Álvaro Colom, como candidata del partido UNE, por lo cual muchos de los votantes de la ex Primera Dama se desplazaron hacia Baldizón y lo llevaron al balotaje, junto a Otto Pérez Molina, del Partido Patriota –PP-. En esas elecciones, Pérez Molina fue electo Presidente.

    Así las cosas, Manuel Baldizón y LIDER se convirtieron en la oposición al régimen de Otto Pérez y el PP. A pesar de que solamente logró hacer elegir 14 diputados, en septiembre de 2014, un año antes de las elecciones, LIDER contaba con un bloque de 52 parlamentarios en una Legislatura constituida por 158 representantes.

    Entre 2012 y 2014, los líderes políticos con mayor preferencia de voto eran Manuel Baldizón, de LIDER; Sandra Torres, de UNE y Alejandro Sinibaldi, por el partido gobernante PP.

    Una encuesta de la consultora costarricense Borge & Asociados comisionada por canal Antigua y el semanario Contrapoder registró a finales de 2014 una preferencia de voto de 32.7% para Manuel Baldizón; 9.7% para Alejandro Sinibaldi y 7.4% para Sandra Torres. En esa encuesta Jimmy Morales no aparecía mencionado.

    El panorama empezó a alterarse a finales de abril de 2015 con la renuncia de Alejandro Sinibaldi a la candidatura del partido oficial, el Partido Patriota. En la conferencia de prensa dada para explicar su decisión, Sinibaldi dijo que la vicepresidenta Roxana Baldettí le había saboteado las posibilidades de organizar la campaña. Por otra parte, por esos días,  la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala –CICIG- un órgano de Naciones Unidas instituido para apoyar a la Fiscalía en la persecución penal y la desarticulación de redes delincuenciales, había pedido que se enjuiciara al secretario privado de la Vicepresidenta, por estar involucrado en una red de defraudación aduanera. Sinibaldi aludió a este hecho también como razón para dimitir de su postulación.

    La salida de Sinibaldi y el juicio entablado por la CICIG contra la red de defraudación aduanera, en la que estaban señalados el actual Superintendente de Administración Tributaria y su predecesor, y el secretario privado de la Vicepresidencia, causó una gran conmoción en el panorama político y relegó prácticamente a un segundo plano a la campaña electoral.

    El 2 de mayo, el organismo rector electoral, el Tribunal Supremo Electoral –TSE- convocó oficialmente a elecciones para seleccionar Presidente y Vicepresidente, diputados al Congreso de la República, diputados al Parlamento Centro Americano y alcaldes y corporaciones municipales.  Se fijó como fecha para los comicios generales el domingo 25 de septiembre. En el caso de que en las elecciones presidenciales el ganador no alcanzase la mayoría absoluta, se fijó como fecha para el balotaje el domingo 25 de octubre.

    Así las cosas, a finales de mayo de 2015, Jimmy Morales era mencionado con un porcentaje de preferencia importante, pero todavía no superaba a Manuel Baldizón. Para esas fechas, Alejandro Sinibaldi, quien había alcanzado 17.2 por ciento en la preferencia de voto, luego de divulgarse su renuncia a la candidatura del partido de gobierno PP descendió a 6.2%. Sandra Torres, de la UNE, se mantuvo relativamente estable entre los meses de febrero y julio.

    Las cifras de Borge & Asociados en los estudios realizados para Canal Antigua y Contrapoder son las siguientes.

    Cuadro 1 Encuestas preelectorales 2015-2016

    CandidatoDiciembreFebreroMayoJulioAgosto
    Manuel Baldizón –LIDER-32.6%41%39%37.5%30.4%
    Alejandro Sinibaldi –PP-9.7%17.2%6.2%-------------
    Sandra Torres –UNE-7.4%12.2%13.3%13.1%15.1%
    Jimmy Morales –FCN-Nación-------1.9%9.9%14%19.2%
    Fuente: Encuesta Borge & Asociados para Canal Antigua y Contrapoder
     

    Con la emergencia y crecimiento de Jimmy Morales y el descenso continuado de Manuel Baldizón se rompió la previsión de que éste último, que había logrado pasar al balotaje en el anterior proceso electoral, iba en esta oportunidad a ser el ungido para la Presidencia.

    La crisis política devora a los partidos


    La mayor parte de 2015 fue de crisis política para Guatemala. Fue un período de gran turbulencia que se inició el 23 de abril, con el anuncio de la Fiscalía y la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala –CICIG- de la existencia de una red para defraudar al Estado, en la que participaban altos funcionarios entre quienes se contaba a la autoridad encargada de velar por la recaudación, el Superintendente de Administración Tributaria, y el secretario privado de la Vicepresidenta de la República.

    Esta crisis política generó la renuncia de la Vicepresidenta de la República, Roxana Baldetti y también, en la inestabilidad resultante y las presiones generadas por masivas protestas populares, fueron destituidos o renunciaron varios ministros, en cuenta el ministro de Gobernación.

    En este período, la CICIG y la Fiscalía presentaron solicitudes de antejuicio en contra de varios diputados, la mayoría de ellos pertenecientes al partido LIDER, que postulaba a Manuel Baldizón y Édgar Barquín a la Presidencia y otros más del partido oficial, el Partido Patriota –PP-. En una de las causas presentadas, se acusó también al candidato vicepresidencial de LIDER, Edgar Barquín, de estar implicado en una estructura para facilitar blanqueado de capitales y evasión de impuestos.

    El clima emocional generado por las denuncias contra funcionarios de gobierno, sumado a las denuncias contra diputados y contra el candidato vicepresidencial del partido LIDER desataron una ola de rechazo contra los partidos y sus candidatos. El candidato del partido LIDER, Manuel Baldizón, apoyándose en el hecho de que los candidatos que habían perdido en los balotajes y luego se postulaban para las elecciones subsiguientes eran quienes resultaban ganadores, lanzó una campaña con el lema “Te toca Guatemala”. Este lema originó una reacción en redes sociales y en las manifestaciones, en donde se vieron tuits y pancartas, respectivamente, con la leyenda “No te toca Baldizón”.

    A esta reacción contra los partidos más grandes debe sumarse también el aprovechamiento de la coyuntura por parte del candidato Jimmy Morales del, hasta entonces casi inexistente, partido Frente Democrático Nacional - Nación (FCN-Nación). Morales fue promovido como un candidato sin vínculos con “la vieja política”, es decir la de los partidos grandes que ya habían postulado candidatos a la presidencia o ya habían ejercido algún puesto en el gobierno. También acuñó el lema “Ni corrupto, ni ladrón”, que, en el imaginario colectivo, lo separaba de los procesos por corrupción que estaban en marcha.

    La intersección de la crisis política con la campaña electoral tuvo tres consecuencias principales: el debilitamiento sostenido de Manuel Baldizón, quien había sido considerado el ganador; la renuncia del candidato del partido de gobierno Alejandro Sinibaldi junto con el consecuente colapso de esta organización política; y el ascenso acelerado de Jimmy Morales y su partido FCN-Nación, sin experiencia previa en cargos públicos.

    El cuadro 1 muestra de manera sintética la evolución de la crisis política guatemalteca. 

    Una campaña que no funcionó


    El sentido común postula que los candidatos sin una campaña conspicua, en medios y presencia en mitines, no suelen obtener un buen rendimiento electoral. De la misma manera, aquellos candidatos que no reciben cobertura por parte de los medios informativos tienen poca probabilidad de agenciarse de un número significativo de votos porque la gente no llega a conocerlos y porque no tienen la oportunidad de difundir sus propuestas electorales.

    De esa forma, tenemos que a mayor presencia propagandística y mayor cobertura de medios, mejor desempeño electoral y viceversa, a menor presencia propagandística y menor cobertura de medios, menor desempeño electoral. Todo esto, medido en términos de los votos que se obtienen en las elecciones.

    En las elecciones previas, las de 2011, Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón fueron los candidatos que tuvieron mayor cobertura mediática y también quienes invirtieron más recursos en su campaña. Esta tabla nos presenta de manera sintética las comparaciones de gasto, número de notas en las que se les mencionan y el número de votos que obtuvieron.

    Vemos una correlación entre gasto electoral, cobertura, número de votos y posición obtenida, lo cual confirma el aserto de sentido común.

    Sin embargo, en las elecciones de 2015, la asociación entre cobertura, gasto electoral y votos recibidos no se produjo durante la primera vuelta electoral. La divergencia se acentúa si consideramos que Manuel Baldizón, el candidato del partido Libertad Democrática Renovada –LIDER- inició su campaña antes de que se realizara la convocatoria para el proceso electoral. Los datos del monitoreo realizados por la organización Acción Ciudadana en el marco del consorcio de observación de las elecciones Mirador Electoral 2015, dan cuenta que Baldizón gastó Q1,768,756 entre el 1 de enero y el 30 de abril, los cuatro meses previos al 1 de mayo, fecha en la que el Tribunal Supremo Electoral convocó las elecciones. En ese mismo período, Sandra Torres gastó Q427,774.05 y Jimmy Morales nada.

    En la campaña previa a la segunda ronda electoral, medida desde el 7 de septiembre hasta el 25 de octubre, los datos se asocian de manera distinta. Vemos una mayor cobertura para Jimmy Morales, pero una inversión mínima, frente a un gasto de Sandra Torres que duplica el del candidato del FCN-Nación. Al final el resultado favoreció abrumadoramente a Morales, quien obtuvo un 72 por ciento de votos más que Torres. El mayor gasto publicitario de las candidata de la UNE no se tradujo en más votos.

    El cuadro 4 hace evidente este divorcio que se produjo en la primera vuelta electoral entre la cobertura que recibieron los candidatos (medida en el total de notas exclusivas que se les dedicaron[1]), y el puesto que obtuvieron en las elecciones del 5 de septiembre. Nótese que Jimmy Morales es el quinto candidato más cubierto, en tanto que Roberto González, candidato postulado por el partido Compromiso, Renovación y Orden-CREO- quien recibió la cuarta mayor cobertura se situó en el octavo lugar. El otro resultado discordante es el de Alejandro Giammattei que con sus 60 notas tuvo la posición 10 en cuanto a cobertura pero fue el cuarto candidato más votado.

    Dentro de la cobertura, en lo que se refiere a las notas exclusivas dedicadas a cada candidato se identificó una variedad que no entra en los géneros periodísticos usualmente descritos por los textos de periodismo. Esta variedad de nota pretende ser un discurso informativo, sin embargo su contenido y su forma está bastante más cercana al discurso persuasivo. No obstante, a diferencia del discurso persuasivo, comúnmente conocido como de opinión, éste se hace pasar por información. Este discurso se refiere a un candidato utilizando únicamente fuentes que hablan de manera positiva acerca de él y de sus propuestas. No se incorporan voces que den un contraste y además, mantiene un tono elogioso y propagandístico.

    En sus aspectos formales, suele ser una nota hecha para televisión o radio, con una calidad de producción mayor que la de las notas informativas de los telenoticieros o radionoticieros en donde es difundido. Por otra parte, en el caso de los infomerciales para televisión, éstos suelen transmitirse casi sin cambios en varios medios. Por esta razón, no es algo distintivo de las notas producidas por los medios, sólo se mantiene el micrófono con el emblema del telenoticiero específico. A pesar de tener un carácter propagandístico, se inserta en el flujo normal de la información y el presentador la introduce como una información más dentro de la agenda noticiosa de ese día.

    Cuadro 5 Infomerciales
    • Propaganda disfrazada de información.
    • Producida por los equipos de comunicación de los candidatos.
    • Su contenido exalta las cualidades del candidato y/o de sus propuestas electorales.
    • Carece de fuentes que den un contraste.
    • Tiene un mejor nivel técnico en cuanto a claridad de imagen y sonido y una mejor edición que las notas producidas por los medios.
    • En el caso de los infomerciales para televisión, en los micrófonos utilizados no aparece el logotipo del telenoticiero que lo difunde.
    • Se difunden como si fuesen parte de la oferta informativa del medio.
     

    Los infomerciales son, presuntamente, gratuitos. Se presume que son una cortesía del medio que los difunde, hacia el candidato o candidatos que los reciben. Junto con el análisis del tipo de cobertura que esos candidatos reciben, que suele ser favorable o neutral, los infomerciales dan pistas para inferir con quién simpatiza el medio que los difunde.

    Durante el curso de la observación de medios dentro del proceso electoral guatemalteco, realizada por Asociación DOSES, se identificó que hubo un total de 1,028 infomerciales, la gran mayoría de los cuales se transmitieron en los noticieros de 4 medios en VHF, todos ellos controlados por el empresario mexicano Ángel González[2]: Telediario, Noti 7, Telecentro 13 (T 13) y Noticentro, de radio cadena Sonora (gráfica 1).

    Al cierre de la observación de medios de DOSES, el 28 de octubre, tres días después del balotaje, se determinó que el candidato que más infomerciales recibió fue Manuel Baldizón. A pesar de no haber pasado a la segunda ronda electoral, el presidenciable de LIDER mantuvo, con 280 infomerciales, el primer lugar entre los candidato más favorecidos con este tipo de notas propagandísticas. En segunda posición se situó Sandra Torres, con poco menos de la mitad de la cifra otorgada a Baldizón, 142 informerciales. Y en tercera posición, el presidente electo Jimmy Morales sumó 45, equivalentes a una quinta parte de los de Baldizón y poco más de la tercera parte de los difundidos para Sandra Torres.

    Tenemos entonces que, en la primera ronda, Baldizón tenía la ventaja en gasto de campaña, cobertura mediática e infomerciales. Y quedó en tercer lugar. En cambio, Jimmy Morales, en esa primera ronda, con una inversión bastante menor que la de Baldizón y Torres y con solamente 34 infomerciales acumuló la mayor votación y se situó en primer lugar entre los 14 candidatos que compitieron por la Presidencia.

    Es interesante mencionar que en este rubro, candidatos que al final obtuvieron mucho menos votos que Jimmy Morales, tuvieron a su vez más infomerciales: Roberto González del partido CREO;  Juan Gutiérrez, del Partido de Avanzada Nacional –PAN_; la planilla de diputados de Convergencia y el dúo integrado por el ex presidente Alfonso Portillo (a quien se le vetó la posibilidad de postularse como candidato a diputado) y el candidato presidencial Lizardo Sosa con el partido TODOS. Roberto González quedó en octavo puesto, Lizardo Sosa se situó en sexta posición y Juan Gutiérrez terminó en décima posición.

    El cuadro 6 muestra el registro total de infomerciales que se identificaron en el período del 14 de mayo al 8 de septiembre y permite ver a los candidatos favorecidos y los medios en los cuales se les otorgaron.

    En la segunda vuelta electoral, los resultados y los infomerciales no se correlacionaron. Morales tuvo la tercera parte de los infomerciales que tuvo Sandra Torres y de todas maneras, la superó ampliamente en la votación.

    Podemos ver entonces que una mayor inversión en propaganda y apoyo en infomerciales no es garantía de éxito electoral. El hecho que un candidato sea más visible en los medios, y en particular en la televisión abierta, no se traduce necesariamente en ganar la Presidencia.

    Conclusión: La crisis barre con todo


    La campaña electoral guatemalteca se realizó en condiciones totalmente inusuales. La recta final, a partir de la convocatoria y las vísperas de la realización de las elecciones generales del 5 de septiembre, se produjeron en una coyuntura en la cual se presentaron denuncias y procesos penales por corrupción contra destacados integrantes del gobierno y del Congreso de la República. Las denuncias generaron una serie de manifestaciones en las que se expresó el rechazo ciudadano, al menos en lo que a núcleos urbanos se refiere, hacia los integrantes del gobierno y de los partidos mayoritarios.

    En un contexto como este, la campaña electoral, con su liturgia de propaganda en medios informativos, vallas y realización de mitines, tuvo un impacto limitado para neutralizar el desencanto de los votantes guatemaltecos hacia los grandes partidos.

    En este sentido, fue una coyuntura en la que una enorme inversión en promoción de candidatos y partidos y un apoyo abierto de la televisión abierta, en forma de infomerciales, no pudo evitar la caída de quien había sido considerado como el inevitable ganador de las elecciones.

    En ese contexto de indignación ante la corrupción de funcionarios de gobierno, diputados y dirigentes de partidos políticos grandes, emerge la figura de Jimmy Morales, quien se postula como apartado de lo que él llama “la vieja política”. Y bajo el eslogan de “Ni corrupto ni ladrón”, logra capitalizar a su favor el rechazo a los políticos que ya han ejercido cargos públicos y se hace de la Presidencia de Guatemala. Con un partido insignificante, sin mayor gasto de campaña y sin mucho apoyo de infomerciales, echa por tierra la fortaleza organizativa y presupuestaria de los otros partidos.

    De esa manera, la elección de Jimmy Morales refleja la ruina de los partidos tradicionales, pone en evidencia la debilidad de los grandes medios para promover candidaturas e incidir en resultados e inaugura una nueva etapa en la historia política de Guatemala, con más incertidumbres que esperanza.

     
    [1] Los datos utilizados en cuanto a notas exclusivas corresponden a la observación de medios realizada por Asociación DOSES en el marco del Mirador Electoral 2015. Las cifras pueden consultarse en http://www.dosesguatemala.org/observacion-electoral/
    [2] Ángel Remigio González y González es un empresario mexicano radicado en Miami, propietario de medios en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Sus canales de televisión, radiodifusoras y diarios suelen apoyar a quien esté en el poder político. 

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