Una accidentada primera vuelta
Hacia mediados del segundo semestre del 2015 casi todo hacía suponer que la elección se dilucidaría entre Keiko Fujimori, César Acuña, Pedro Pablo Kuczinsky, Alan García y, eventualmente, Alejandro Toledo, todos parte del elenco estable de la política peruana de los últimos años.
En los medios de comunicación eran principalmente Fujimori, García, Acuña y Kuczinsky quienes tenían una mayor presencia en las informaciones sobre el proceso electoral. Sin embargo, entre los meses de noviembre y diciembre ya empezaba a asomar en las encuestas de intención de voto un joven candidato con cierta presencia en redes sociales: Julio Guzmán, del partido Todos por el Perú, quien enarbolaba las banderas de la renovación política a la par de presentarse como un técnico capaz de revertir la desaceleración del crecimiento económico.
En la siguiente tabla se muestra cómo la candidatura de Guzmán llegó a los dos dígitos en el mes de enero, y se posicionó un mes después en un expectante segundo lugar en la intención de voto hasta que su inscripción como candidato fue declarada improcedente por el JNE. Según la encuestadora GFK, Guzmán pasó de 2% en diciembre a 10.4% de intención de voto en enero y 16.60% en el mes de febrero. En tanto que la candidatura de César Acuña, encumbrada a fines del 2015, se empezó a desinflar entre fines de enero y el mes de febrero cuando surgieron denuncias de haber cometido plagio en sus tesis de maestría y doctorado, además de haber usurpado la autoría de un libro[6]. Keiko Fujimori mantenía un alto porcentaje de intención de voto, superior al 30%, en tanto que Alan García y PPK habían sido relegados al cuarto y quinto lugar en el mes de enero.
Luego del bajón de Acuña, la candidatura de PPK empezó a crecer en tanto que Alfredo Barnechea, quien en enero no había logrado despegar, saltó al cuarto lugar en febrero con algunos temas sensibles para la región sur del país: la necesidad de recuperar el gas de Camisea en función de las necesidades energéticas del Perú. Verónika Mendoza, por su parte, casi duplicó su baja intención de voto pasando de 1.9% en enero a 3.7% en febrero.
Tabla 1 Intención de Voto – Primera VueltaCandidatos | Enero | Febrero |
Keiko Fujimori | 32.60% | 34.60% |
Julio Guzmán | 10.40% | 16.60% |
César Acuña | 10% | 3.60% |
Pedro Pablo Kuczinsky | 9.50% | 6.90% |
Alan García | 6.50% | 4.30% |
Alejandro Toledo | 2.70% | 1.60% |
Alfredo Barnechea | -- | 5.10% |
Verónika Mendoza | 1.90% | 3.70% |
Otros | 4.30% | 2.80% |
Blanco / Viciado | 9.50% | 8.40% |
NS/NP | 12.60% | 12.40% |
Como se señaló líneas arriba, el uso de redes sociales en Internet fue intenso por parte de las campañas de Guzmán, Barnechea, PPK y en parte de Verónika Mendoza. No sólo para visibilizar sus candidaturas, presentar algunas ideas fuerza y catapultarlos a los medios masivos, sino también para responder a críticas y ataques diversos. Por ejemplo, frente a los cuestionamientos a Guzmán por no mostrar una fuente de ingresos, hacia fines de enero su esposa lanzó en redes sociales el mensaje “soy mujer y paro la olla”, aludiendo a que era ella quien sostenía a la familia en base a sus actividades profesionales mientras su marido estaba dedicado enteramente a la campaña.
En tanto que la candidata de izquierda, Verónika Mendoza, que bordeaba el 2%, fue invitada al programa dominical “Sin Medias Tintas”, de Latina, a principios de febrero. Uno de los conductores del espacio político, el mordaz y anti izquierdista Aldo Mariátegui, paradójicamente nieto del fundador del socialismo peruano[7], recibió a Mendoza hablándole en francés en alusión a su doble nacionalidad. La candidata le respondió en un quechua fluido frente a lo cual Mariátegui quedó en ridículo. La secuencia fue reproducida en diversos medios de comunicación y en redes sociales, con un enmarcado favorable a la candidata del Frente Amplio. Además, Mendoza sobrellevó de manera inteligente un panel de periodistas abiertamente hostil a su candidatura[8], como suelen ser en el Perú las entrevistas a candidatos de izquierda.
Por el contrario, el expresidente Alan García, veterano en lides electorales que supo establecer una buena relación con propietarios de medios y algunos periodistas, fue entrevistado por el mismo programa pero no en vivo ni con un panel de periodistas críticos a su candidatura[9]. Incluso recibiendo un trato amigable de varios medios de comunicación, García no logró remontar en las encuestas.
El inesperado protagonismo del Jurado Nacional de Elecciones
El curso de la campaña fue severamente afectado entre fines de febrero y las dos primeras semanas de marzo, debido a decisiones que tomó el Jurado Nacional de Elecciones respecto a las candidaturas de Julio Guzmán, encaramado en el segundo lugar, y César Acuña, venido a menos debido a los escándalos de plagio.
El Jurado Electoral Especial de Lima (JEE)[10] y, en segunda instancia, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)[11] declararon improcedente la inscripción de la fórmula presidencial de Todos por el Perú, Julio Guzmán, por incumplimiento de normas que regulan el procedimiento democrático interno para la designación de candidatos. Y el mismo organismo electoral, en primera y segunda instancia, excluyó del proceso a César Acuña, candidato de Alianza para el Progreso[12], por haber entregado dinero a ciudadanos en el marco de actos proselitistas desarrollados el 8 y 10 de febrero del 2016, violando la Ley de Organizaciones Políticas.
Reacomodo y recta final de primera vuelta
Con dos importantes jugadores fuera de juego, sobre todo Julio Guzmán, la intención de voto cambió de manera significativa y el principal beneficiado fue Pedro Pablo Kuczinsky, quien ya se había visto favorecido por el bajón de Acuña. Pero también Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea crecieron en las encuestas. Este último, sin embargo, cometió algunos errores gruesos en su relación con personas de sectores populares al rechazar comidas típicas y un sombrero tradicional en sus visitas a diferentes localidades del país. Sus rivales políticos y diversos medios de comunicación criticaron su “soberbia” y remarcaron su distancia de clase con las grandes mayorías del país.
En el último tramo de la primera vuelta, especialmente en la víspera del debate celebrado el 3 de abril a una semana antes de la votación, estaba claro que Keiko Fujimori pasaba a segunda vuelta con una larga ventaja sobre quien resultara segundo, pero existían dudas respecto a quien la acompañaría: PPK o Verónika Mendoza. Esta última empezó a ser objeto, por un período corto pero intenso, de una campaña negativa en redes sociales destinada a infundir temor en el electorado menos informado tildándola de chavista y hasta de aliada de Sendero Luminoso.
También los grandes medios enfilaron sus baterías contra la joven candidata del Frente Amplio quien, a pesar de todo, parecía tener grandes posibilidades de superar a Kuczinsky faltando pocos días para la votación. Así por ejemplo, en el programa Cuarto Poder de América Televisión (canal controlado Grupo El Comercio), el periodista que entrevistó a Verónika Mendoza luego del debate presidencial sorprendió a la teleaudiencia y a la propia candidata preguntándole “¿De qué ha venido vestida?”, a lo que Mendoza respondió “Bueno, de mí misma, con un bordadito cusqueño”. No conforme con la primera respuesta y, tal vez, tratando de cumplir con un objetivo prestablecido, el periodista insistió: “Tipo Evo Morales, se parece a Evo Morales por el diseño”[13]. En redes sociales se criticó al periodista por su inesperada agresividad (y machismo) en el diálogo con Verónika, sin embargo en otros sectores de la población el intercambio habría contribuido a reforzar la idea de que la izquierda peruana está asociada umbilicalmente a Evo Morales, Rafael Correa, antes a Chávez y hoy en día a Maduro.
Fue en esta última etapa de la primera vuelta y por un período relativamente corto que buena parte de los medios enfiló sus críticas contra la única candidata de izquierda con posibilidades reales de pasar a segunda vuelta. El otro candidato, Gregorio Santos (Democracia Directa), privado de su libertad, tuvo un buen desempeño en el debate pero no significó ningún un riesgo para el establishment.
Finalmente, la intensa campaña en redes y en diversos medios de comunicación habría dado resultado en la medida que el crecimiento de Mendoza se frenó y revertió faltando un día para la primera votación, y fue más bien PPK quien tuvo un ligero repunte entre el 1 y el 6 de abril, lo suficiente como para pasar a segunda vuelta según se puede apreciar en la siguiente tabla.
Tabla 2 Simulacros de votación y resultado – Primera vueltaCandidatos | 01 de abril | 06 de abril | 09 de abril | Resultados ONPE |
Keiko Fujimori | 42.10% | 40.70% | 35.40% | 40% |
Pedro Pablo Kuczinsky | 17.10% | 21% | 21.60% | 21.00% |
Verónika Mendoza | 17.00% | 16.50% | 19.40% | 18.80% |
Alfredo Barnechea | 11.40% | 7.70% | 8.60% | 7.00% |
Alan García | 6.80% | 5.90% | 7.00% | 5.80% |
Gregorio Santos | 4.00% | |||
Otros | 3% |
Cabe señalar, así mismo, que no necesariamente el candidato que más gasta en campaña y especialmente en publicidad tiene los mejores resultados. Según se aprecia en los siguientes gráficos, el partido de Acuña fue el que más gastó en la primera vuelta, seguido de lejos por Fuerza Popular, Alianza Popular y Peruanos por el Kambio. Ciertamente la entrega de dinero en plena campaña por parte de Acuña y la decisión tomada por el JNE lo dejaron fuera de la elección, pero su candidatura venía en picada luego de las denuncias de plagio.
Fuente: ONPE. Elaboración propiaFuente: ONPE. Elaboración propia.