Nicaragua
En las elecciones presidenciales en Nicaragua ya se sabía quién sería presidente. Daniel Ortega fue elegido por cuarta vez y esta vez con la compañía de su esposa. Pareciera que el control presidencial sobre otras instituciones del Estado alcanzó sus límites. Contrario a lo publicado por varios medios de comunicación, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio un número distinto de votos e hizo caso omiso de las denunicas sobre la inscripción de cédulas de manera irregular. Mientras algunos medios de comunicación han sido fuertes aliados del presidente-candidato, otros han sacado a la luz varias investigaciones que denuncian su mandato. Sin embargo, cuando el presidente lo controla todo, estos reportajes no tienen mucho efecto y al parecer Daniel Ortega cumplirá 25 años en el poder.
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Por: Patricia Orozco Colaboración de: Tamara Morales
Era vox populi que Daniel Ortega continuaría en la Presidencia de la República de Nicaragua, por cuarta vez. En esta ocasión de la mano de su esposa, Rosario Murillo, quien ha fungido como vocera gubernamental desde el 2007, en contravención a la norma constitucional del país.[1] “Ortega ganará con más del 75%” tituló antes de la votaciones, en octubre pasado, la revista digital Confidencial, dirigida por el periodista Carlos F Chamorro. En tanto, los canales de televisión oficiales, estatales y oficialistas –léase Canales 2, 4, 6, 8, 10, 11 y 13- propiedad de la familia Ortega Murillo y de su socio el mexicano Ángel González, y algunos canales locales, se referían a una fiesta cívica; Canal 2 por ejemplo, pedía a sus televidentes, el día de las votaciones, le enviaran fotos con el dedo manchado, como símbolo que habían asistido a los centros de votaciones y habían votado. La realidad anteriormente descrita refleja la concentración de la propiedad de los medios de comunicación que se ido instalando en Nicaragua, particularmente en las televisoras; donde únicamente un canal de proyección nacional, Canal 12, mantiene una línea editorial independiente del gobierno de Ortega. Así la partidización e identificación de medios afines al partido de gobierno se mantuvo con enfoques informativos que vaticinaban la victoria de Ortega. Disertaciones grandilocuentes y análisis de una realidad que solamente ellos veían, eran parte de su cobertura noticiosa electoral.
Abstención, la ganadora
En las votaciones del 8 de noviembre la mayoría no asistió, el 70% del electorado no participó según diversas fuentes. La abstención fue reconocida por el Consejo Supremo Electoral (CSE), autoridad de la materia, pero dijo que la cifra era del 31.8%; y aseguró que dos millones 578 mil 445 personas (68.2%) participaron en las urnas. El Padrón Electoral en Nicaragua es de cuatro millones 990 mil 020 votantes, ha señalado el periodista, catedrático e investigador Alfonso Malespín, en su cuenta de Facebook; aunque para el CSE es de 3.7 millones. “No votaron 2 millones 411 mil 575 nicaragüenses. La abstención electoral ha sido una tendencia incrementada en el 2006 y el 2011” afirmó Malespín.
Arlen Cerda, de la revista Confidencial, aseguró que el 68.2% de participación anunciado por Roberto Rivas, presidente del CSE, “no da por ningún lado” y que el nivel de abstención anda más bien por el 48.3%. Cerda analiza además, que el CSE mencionó un padrón electoral pasivo y uno activo, pero que a mediados de octubre pasado Rivas se refirió a un “padrón real”, unos 3.8 millones de nicaragüenses.
La información brindada por el CSE es una paradoja con lo que se registra en fotografías y videos de los diversos medios de comunicación independientes, donde se muestra la poca asistencia a las urnas.
Todos los medios de comunicación, tradicionales y digitales, radios, prensa escrita, televisoras y redes sociales, dedicaron tiempo y espacio a las votaciones del 8 de noviembre. Estuvieron siempre a la expectativa, aun cuando desde meses atrás se había anunciado un proceso electoral anómalo, por falta de condiciones conforme estándares internacionales. La televisión y radios oficiales sonaron canciones y viñetas con propaganda del FSLN. Periodistas de medios independientes dieron seguimiento a las acciones del gobierno de Ortega, quien acumulaba puntos al estar en campaña permanente desde el 2007, cuando asumió la presidencia, y le nombraban seguro “ganador” de la contienda o fraude electoral. “En el show mediático electoral vimos partidos que de la noche a la mañana les inyectaron un chute (transfusión) de sangre, para revivirlos y así entrar en la contienda y “tranquilizar” a la opinión nacional e internacional, que aceptara que era democrático y plural el proceso, que “había participación y oposición política”” señala Tamara Morales.
En casi todo el año 2016 que duró la campaña electoral, los medios de comunicación social y las redes sociales fueron fundamentales para las y los nicas en el país, así como para quienes han migrado al exterior. A ello se unieron diversas agencias de prensa internacionales, quienes también aprovecharon el doble rol de Ortega, de presidente y candidato, para informar sistemáticamente. En octubre 2015, la agencia española EFE informó del anteproyecto de Ley de Seguridad Soberana, polémica por la discrecionalidad que daba al Ejecutivo; y porque abrió la posibilidad para que cualquier acto que no gustara al gobierno, fuese objeto de condena legal.
Confidencial publicó a finales del mismo mes el artículo “Diez peligros de una Ley de Seguridad Ciudadana”, donde el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) destaca que la ley es parte de las reformas a la seguridad y la defensa nacional; a fin de profundizar un modelo donde los cuerpos armados predominan sobre las instituciones civiles, manteniendo obediencia únicamente al Presidente de la República. Al IEEPP le preocupa la ausencia de mecanismos de control civil y el riesgo de retroceso hacia un modelo de seguridad incompatible con un régimen democrático moderno. En esta misma revista, Confidencial, el sociólogo Manuel Ortega Hegg señaló que “el contexto internacional no está de lado de Ortega, como pasó en 2011, cuando legalmente estaba impedido de correr como candidato en esas elecciones y lo hizo. Pero, además, esos comicios fueron calificadas por los observadores de irregulares y sus resultados como poco confiables”.
Por otro lado, la última reforma a la Constitución Nicaragüense que estableció la reelección indefinida y la posibilidad de elegir al presidente con mayoría de votos fue denunciada en los medios independientes locales e internacionales. Incluso lo llegaron a comparar con el último de los dictadores que hubo el país, Somoza Debayle o García. La Agencia France Presse (AFP) por su parte, tituló el seis de agosto de 2016 “Nicaragua inicia campaña electoral entre hegemonía de Ortega y llamados a abstenerse”, anunciando la “inauguración” de una campaña de un caudillo y una oposición mutilada. La inexistencia de una verdadera oposición se dio luego de dejar fuera, por dictamen de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a la coalición que disputaba la presidencia a Ortega, candidato único del FSLN, quien nunca autorizó observación electoral internacional. Más bien les tildó de "sinvergüenzas" dadas sus críticas a elecciones precedentes.
La Agencia France Presse (AFP) por su parte, tituló el seis de agosto de 2016 “Nicaragua inicia campaña electoral entre hegemonía de Ortega y llamados a abstenerse”, anunciando la “inauguración” de una campaña de un caudillo y una oposición mutilada.
El anuncio que la observación electoral internacional no estaría presente en las elecciones como observadores, fue un tema muy abordado y considerado preocupante a nivel internacional ocasionando reacciones de Estados Unidos. En ese país se promovió la iniciativa NicaAct que impone sanciones económicas a Nicaragua, impulsada por el congreso estadounidense. El acumulado de las situaciones descritas llevó a diversos grupos a llamar a la abstención en las votaciones, para restar legitimidad al proceso electoral.
El Grupo de los 27, compuesto por intelectuales, académicos y políticos, declaró que no había por quien votar y llamó a una resistencia pacífica expresada en la abstención. En tanto, dirigentes de la oposición excluida llamaron a no votar o a anular el voto como protesta por lo que denominaron “farsa electoral”; para garantizar la reelección de Ortega.
Los llamados se hicieron de manera directa y a través de los medios, incluso de las redes sociales. “Yo no boto mi voto”; fue el lema.
La población mostró desinterés en el proceso electoral. Encuestadoras de la región y otras de carácter nacional -e identificadas con el FSLN-, dieron siempre la victoria a Ortega, pero también informaron la poca voluntad de la ciudadanía. En algunos casos, mujeres y hombres se pronunciaban a favor de Ortega por los beneficios gubernamentales que habían recibido, sin profundizar en la procedencia de los recursos. Los medios informaron que las cinco alianzas y partidos que participaron estaban alineados con el oficialismo. Poco se conoció las ofertas de campaña, aunque algunos medios hicieron el esfuerzo por divulgarlas. Debates entre candidatos presidenciales, no se escucharon ni leyeron por ningún lado.
En algunos casos, mujeres y hombres se pronunciaban a favor de Ortega por los beneficios gubernamentales que habían recibido, sin profundizar en la procedencia de los recursos.
La campaña fue pobre y en los medios oficialistas, aburrida, agotadora y de hastío total, con un discurso monótono dedicado a la divinidad de Dios y la Virgen. Destacaban los megarrótulos actualizados cada año, con la fotografía de Daniel Ortega y Rosario Murillo, visibles en la entrada de la mayoría de municipios del país. El partido de gobierno mantuvo una campaña constante y control en los medios de comunicación televisivos, permitiendo sólo propaganda de su partido.
Los medios independientes nacionales e internacionales informaban de la campaña temas como lo poco transparentes de las elecciones, la desconfianza en el CSE, los partidos políticos zancudos. También enunciaron que por falta de recursos hubo una escasa campaña. Aunque hubo quienes como el aspirante presidencial de la Alianza por la República (Apre), Carlos Canales, culparon a los medios de no darles cobertura a sus actividades. El candidato de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Saturnino Cerrato, también reconoció el escaso ambiente electoral. Dijo que los únicos que tenían dinero eran el FSLN y el Partido Liberal Constitucionalista, “los demás estamos rascando con las uñas”, expresó.
Diversos actores políticos y sociales públicamente exigieron la presencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y el Centro Carter, los cuales han acompañado otras votaciones de Nicaragua; y se anunció jornadas de protesta para reclamar elecciones libres y justas. En octubre, representantes de diversos grupos se reunieron en Washington con la OEA demandando a esta instancia la posibilidad de un diálogo con el gobierno de Nicaragua “No me creo para nada esa “abrumadora” y “aplastante victoria” del candidato eterno de Nicaragua que con más del 65 por ciento resultó vencedor en la contienda, expresó Morales, la periodista y bloguera nicaragüense Tamara Morales. “Siete veces ha sido candidato, y ha logrado su tercer período consecutivo y cuarto en la historia de Nicaragua. Lo logró. ¡sí!, lo logró gracias al entramado político que ha ido blindando durante todo el tiempo que ha estado en la silla presidencial, desde su cuartel general. Porque desde donde funge ni siquiera es la casa presidencial, sino que su bunker estratégico político”, agregó.
Vox populi (se sabía quién iba a ganar)
Vox populi o voz del pueblo. Algo que es vox populi, es sabido por toda la gente. La segunda reelección de Ortega fue comentada en calles, autobuses, taxis, ambientes universitarios, medios de comunicación, incluyendo redes sociales. En estas últimas también se mostró el temor y la preocupación de afines al gobierno, quienes circularon mensajes indicando a sus colegas la toma de fotos de centros de votación donde hubiese gran cantidad de personas. “Para nadie es una sorpresa que los resultados estaban ya escritos, solo había que esperar al día seis de noviembre” expresó Tamara Morales. Pero no escaparon a las denuncias. El doctor Owyn Hodgson, exrector de la Bluefields Indian & Caribbean University (BICU) en la Región Autónoma del Caribe Sur (RACS), manifestó que en la Junta Receptora de Votos 0230, ubicada en el Colegio San José, Bluefields, RACS, donde ejerció su derecho al voto, un miembro de la mesa electoral apuntó su nombre en la parte trasera de la boleta, un acto ilegal que viciaba de nulidad el voto porque según la ley electoral, éste ha de ser secreto, declaró Hodgson a Radio La Costeñísima de Bluefields, publicado en un espacio cibernético construido por radios locales el día de las votaciones.
La segunda reelección de Ortega fue comentada en calles, autobuses, taxis, ambientes universitarios, medios de comunicación, incluyendo redes sociales.
Ortega, también secretario general del Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, arribó a un nuevo período presidencial gracias al apoyo del CSE, el cual goza de poca credibilidad entre la población nicaragüense para organizar elecciones libres y transparentes, manifestaron emisoras locales. Pocas personas consideraban que Roberto Rivas y los magistrados y magistradas afines al FSLN, hicieran una labor autónoma de ese partido, dada su clara identificación con el mismo.
El actual presidente Ortega llegó asimismo a un nuevo período por el manejo que hicieron activistas de su partido, quienes entregaron a la población, en los últimos años, recursos básicos como láminas de zinc, cerdos, gallinas, entre otros, a cambio del voto. En los últimos meses, hacían visitas a domicilio en los barrios de más bajo nivel económico, para ofrecer paquetes de alimentos, viviendas de bajo costo, becas, entre otros beneficios. No está demás decir que Ortega se presentó como mandatario de izquierda, solidario y socialista, defensor de las y los empobrecidos.
En algunos sectores de clase media, la expectativa giró alrededor a posibles medidas económicas. No obstante, cifras oficiales indican que “la ayuda” venezolana se ha reducido en 28% desde 2014. El diario La Prensa, uno de los medios más antiguos del país, ahora con edición on line, relató que en 1974 la dictadura de Somoza montó una farsa como la denunciada, dando surgimiento al Movimiento de los 27, quienes lanzaron la proclama “No hay por quién votar” y llamaron a la abstención. En la campaña actual, se creó otro Grupo de los 27, quienes también aclamaron la abstención.
El Canal 22 de Televisión de Bilwi, en la Región Autónoma del Caribe Norte (RACN), identificado con el gobierno, en su Noti-Revista informó de una marcha realizada el martes ocho de noviembre por indígenas miskitos de Yatama -antes aliados del gobierno de turno-, quienes salieron a las calles del lugar, en protesta contra el fraude, que aseguraban “les quería montar el CSE”. Durante la marcha, se denunció la llegada de más policías antimotines para reprimirles; y señalaron que si “en la guerra del 80 no nos pudieron aniquilar, unos cuantos antimotines serviles al régimen no nos doblegarán”. El mismo Canal 22 reportó que llegaron más de 50 antimotines a Bilwi “para resguardar el orden la seguridad”.
Uno de los indignados aseveró que son “un pueblo firme de pie en defensa de sus derechos ancestrales”. No obstante, la marcha fue calificada como “acto de vandalismo” por el Canal 22, quien acusó a Yatama de sembrar caos y violencia. El Canal admitió que la actividad se debió a la no aceptación de los resultados de las votaciones; presentó las pedradas, la quema de una motocicleta y el saqueo a las instalaciones del Gobierno Regional Autónomo; así como la presencia de antimotines. Entrevistaron a trabajadores del gobierno protestando por la acción de Yatama, así como a pobladores miskitos.
El ocho de noviembre este mismo Canal transmitió informaciones del proceso de votaciones en las comunidades indígenas aledañas a Bilwi. Se reportó desde Tuapí, Kambla, Boom Sirpi, todas comunidades cercanas a Bilwi, comunicando que las votaciones se realizaban de forma pacífica, en un ambiente transparente y sin anomalías. Sin embargo, las imágenes no reflejaban la masividad de las y los votantes.
En la Web se produjeron masivamente desencuentros; y se reflejó la partidización que se dio en el proceso electoral, incluso entre periodistas o trabajadores de medios locales. Nain Peralta de Radio Nueva Dignidad, El Rama, Región Autónoma del Caribe Sur (RSCS) manifestó en su Facebook luego de las votaciones del ocho de noviembre: “les duele que el comandante Daniel arrasó a nivel nacional ganando las elecciones con un porcentaje alto” y agrega que los nicaragüenses jamás volverán a votar por los liberales. Peralta se niega a admitir que había personas muertas en el padrón del CSE, denunciado por muchas personas en las redes sociales. “Los únicos que votamos fuimos los vivos” agrega. El jefe de información y columnista del diario La Prensa, Fabián Medina, rememoró las alusiones del -nuevo y prehistórico a la vez- presidente de Nicaragua, Daniel Ortega con relación a Donald Trump, nuevo mandatario de Estados Unidos, realizadas el 19 de julio de 2015: “Y hemos escuchado los aullidos de un representante de los sectores más retrógrados del imperio, y es candidato del Partido Republicano, despotricando contra los pueblos de nuestra América, despotricando contra el hermano pueblo mexicano, nuestra solidaridad con el pueblo de México y con los pueblos de nuestra América frente los atropellos de los imperialistas”. En el mismo post, Medina compartió el nuevo mensaje de Ortega a Trump. La publicación 19 Digital, pro gobierno, informó un día después de las votaciones las felicitaciones de Ortega a Trump, a quien nombró como presidente electo. “A nombre del pueblo nicaragüense, y del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, saludamos su triunfo de ayer” se lee en el mensaje. Además, le dijo “nos sumamos a quienes creemos que es posible trabajar con los Estados Unidos, para contribuir a un mundo que privilegie diálogo y entendimiento, para atender los graves problemas que afectan a la Humanidad, priorizando la Paz”.
En la Web se produjeron masivamente desencuentros; y se reflejó la partidización que se dio en el proceso electoral, incluso entre periodistas o trabajadores de medios locales.
Se cree que la política y los procesos electorales les importan un bledo a las personas que están fuera del país, que les son temas irrelevantes y no les incumben porque decidieron irse. No obstante, para la periodista y bloguera nicaragüense Tamara Morales, este es un argumento simplista y con poco fundamento. “Más que nunca nos interesamos porque existan procesos democráticos en el país para que funcionen las leyes y exista una verdadera democracia en la que existan partidos, asociaciones gremiales y sociales en las elecciones y no partidos puestos al dedazo”. Reflexiona que “quienes estaban pintados en las papeleras eran partidos que el actual mandatario y la gobierna dejaron participar en esta campaña aburrida y poco creativa”.
Onda Local, espacio de comunicación radial y digital, emitido desde Radio La Primerísima y con presencia sostenida en Facebook y Twitter, realizó un debate acerca de la participación en un proceso electoral sin legitimidad, con Mar Pilz, bloguera de Política- Mente Incorrecto; Melvin Sotelo, sociólogo; y Haydée Castillo del Consorcio de Observación Electoral.
“Cedulación, otra pieza del poder absoluto de Ortega” fue el trabajo realizado por Onda Local, en el mes de septiembre de 2016, en correspondencia con su labor periodística investigativa, donde analiza por qué hubo mayor cantidad de cédulas que de votantes; cómo el partido de gobierno digitó las cédulas, una identificación ciudadana; cómo el FSLN utilizó la estructura del Estado para movilizar, tramitar y dar las cédulas; y cómo utilizó la cédula para lograr votos; las solicitudes ilegales del CSE.
Campaña de controversias y desacuerdos
La reelección de Ortega y el nombramiento de la primera dama como su vice generaron controversia. No puede postularse para este cargo alguien que tenga segundo grado de afinidad con el presidente, dice la ley, pero ellos dijeron que su grado de afinidad es cero.
Asimismo generó polémica el poco acceso de periodistas y medios independientes a conferencias de prensa; y el no acceso al país a periodistas internacionales para la cobertura de las votaciones. Todo esto, generó reacciones de protesta contra un sistema electoral viciado y poco transparente. La oposición encaró a los funcionarios del CSE y al mismo gobierno, llamó a no votar para no ser parte del “circo” o de la “farsa electoral”. Ante ello, se activaron hashtags en las redes sociales Facebook y Twitter #YoNoBotoMiVoto, #NicaraguaDecide, #DedosLimpios, #EleccionesNi2016 que ayudaron a seguir el proceso electoral en tiempo real. Periodistas transmitiendo vídeos en tiempo real desde las Juntas Receptoras de Voto, ayudaron a seguir de cerca el día el ambiente y los resultados. Ver tweet
Todo esto, generó reacciones de protesta contra un sistema electoral viciado y poco transparente. La oposición encaró a los funcionarios del CSE y al mismo gobierno, llamó a no votar para no ser parte del “circo” o de la “farsa electoral”.
Aunque para el gobierno y la partidos zancudos que participaron, los resultados “positivos” son parte de un amplio respaldo ciudadano gracias a una buena política que ha hecho el partido del FSLN. https://youtu.be/Dr9yf9D2chk
Pero no fue la sensación de muchas personas. En lo único que concuerdan el gobierno y la oposición ilegalizada es que las juntas receptoras de voto abrieron en tiempo y forma; y que hubo tranquilidad, las votaciones no estuvieron marcadas por la violencia. Pero es excesivo asegurar una masiva participación. ¿Qué gobierno tendrá Nicaragua en esta etapa? Ningún periodista dice Alfonso Malespín en su Facebook, debería de creer lo que dicen, informan, reportan y afirman con cara seria quienes tienen el poder. ¡Menos nuestros ídolos! El periodismo no se basa en la fe. Se basa en los datos confirmados.
Afirmo lo ha dicho por Onda Local: “Daniel Ortega ha violentado el Estado de Derecho para imponer su reelección indefinida en Nicaragua”… En el 2021 completará 25 años en el poder… ¿seguiremos los medios tras el poder injusto, arbitrario?