Los sistemas que crean y refuerzan los feminicidios en Ciudad Juárez
El capitalismo, es decir, cuando la economía y la política son controlados por sectores privados, es una de los ontologías que autorizan los feminicidios en Ciudad Juárez. La meta final del capitalismo es que todos ganen suficiente dinero, para que así, todos, eventualmente, sean ricos en una sociedad utópica. Aunque Ciudad Juárez empezó con esta ideología, la ciudad se ha convertido en un Laboratorio del capitalismo futuro. La principal diferencia entre el capitalismo y el capitalismo futuro es que no existe una sociedad utópica donde exista la oportunidad de hacerse opulentos. Al contrario, el capitalismo futuro solamente se enfoca en las ganancias de las corporaciones. Por ende, Ciudad Juárez se ha convertido en este laboratorio donde las corporaciones están experimentando con el capitalismo a futuro, donde, en realidad, las vidas de los trabajadores no son indispensables. Por ejemplo, los trabajadores en estos lugares son tratados como si fueran máquinas; deprivados de descansos largos, condiciones de baja calidad, y con un salario insuficiente para sobrevivir. Además, mayormente de los trabajadores en las maquiladoras son mujeres, por lo que se demuestra que existe una conexión directa entre la mujer y sus condiciones laborales. Su vida no es valorada como ser humano sino aprovechada por las corporaciones por el trabajo de bajo valor que aporta. Por esta razón, se puede ver que el capitalismo futuro crea y refuerza el feminicidio en Ciudad Juárez ya que las mujeres son tratadas como ciudadanos de segunda clase, y de acuerdo al capitalismo, insignificantes para la sociedad.
Para la creación e intensificación de los feminicidios, el capitalismo necesita una dinámica con la ideología patriarcal. En Latinoamérica, el patriarcado tiene un término más adecuado para el contexto cultural– el machismo. El machismo es un concepto de masculinidad exagerada con orgullo en su género de ser hombre, y en muchos instantes, este término es connotado con la violencia. Desafortunadamente, el capitalismo crea el estigma de menosprecio contra la mujer trabajadora. Agregando el machismo a esta ecuación, se eleva el sistema corrupto e inhumano hacia una jerarquía en donde las mujeres son menos que los hombres por el solo hecho de ser mujer. La violencia contra el género femenino no es instrumental, es expresivo, demostrando así quién tiene el poder en la sociedad a través del uso del cuerpo de la mujer. Para los casos de los feminicidios, el hombre ejerce su poder ante la mujer en su afán de demostrar que él, simplemente por ser hombre, vale más y tiene el control. Esencialmente, el capitalismo y el machismo fomentan los feminicidios pues refuerzan la noción que los hombres pueden dominar a las mujeres porque tienen el poder sobre ellas.
Es importante denotar que las mujeres no han sido complacientes en esta sociedad basada en el capitalismo futuro y el machismo. Por ejemplo, muchas de las mujeres, no solo de Ciudad Juárez, sino de todas partes de México, han protestado por sus derechos y por su protección en la sociedad. En sus protestas, ellas enfatizan que pueden hacer cualquier trabajo que se les cruce, no quieren ser limitadas simplemente por ser mujer. Además, demandan ser valoradas y tratadas con equidad de género. Es decir, en sus luchas por la igualdad, las mujeres están tratando de cambiar el sistema patriarcal y corrupto para lograr que cuenten con el mismo poder y valor social que los hombres. Es importante señalar que en las protestas feministas hay usos de consignas y dibujos para ejemplificar la importancia del movimiento. Un ejemplo de cierta consigna está debajo donde se observa directamente las ideas feministas. En conclusión, para combatir el sistema que crea y refuerza los feminicidios en Ciudad Juárez, se necesita una unificación con todas las personas y también, se requiere estar en contra del capitalismo y del patriarcado puesto que tales ideales son usados para crear la dinámica en donde las mujeres son consideradas de menos valor que los hombres.