Framed Gender Violence: Insights from Latin American Fiction and Film

Cuidar de mí - reconstrucción visual de memoria en casos de feminicidio

Muchos de los casos de feminicidios desafortunadamente no tienen una resolución concreta. “Cuidar de mí” es la idea de que las víctimas y las comunidades merecen justicia o al menos una manera de conmemorar sus vidas. Debido a la falta de justicia legal, las comunidades en que los feminicidios ocurren están forzadas a reconstruir las historias de los perdidos en otras formas. Una forma muy importante es la visualización de las víctimas entre imágenes documentales y el arte.

¿Pero por qué son las imágenes tan importantes? Bueno, las imágenes dan una visualización concreta a una persona. Es una visualización subjetiva y enmarcada en una manera específica, pero es una visualización concreta. Las imágenes son necesarias para la identificación y son un gran parte de nuestro estatus social al punto que es difícil imaginar nuestras vidas sin la circulación de fotos. En instancias de feminicidios, una foto puede retornar identidad a una mujer que ha desaparecido sin rastro. En algunos casos, una foto es la clave para ganar justicia.

Mira la foto de Las tres muertes de Marisela Escobedo. La foto de su hija desaparecida, Rubí, era necesaria para obtener información sobre su desaparición. Esta información llevaría finalmente a una historia entera sobre qué pasó y proveía una oportunidad para otras familias en Juárez reclamar las historias de sus seres amados. Estas imágenes también representan como difícil la lucha por respuestas puede ser. Los carteles están rasgados y sucios, una muestra de la extenuación de la familia de Rubí sin idea de la seguridad de ella. El estado de los carteles también empieza una conversación más grande sobre el despido de violencia contra mujeres en la comunidad de Juárez.

En casos sin final una imagen sirve como una fuente de consuelo para una familia y un signo de respeto para la mujer perdida. Una otra foto de Mayra Martell representa una instancia donde la imagen es utilizada para la conmemoración. Similar a la foto de Rubí, “Habitación de Jazmín Chavarría,” hay una foto de una mujer desaparecida, pero el sentimiento de esta foto es diferente. La foto es negro y blanco con la foto de la mujer, Jazmín, adjunto a un espejo. La foto de Jazmín es pequeña y singular en la habitación más grande, creando un sentimiento de profunda tristeza. Todavía hay un respeto y amor que su familia tiene para ella. La habitación está limpia con todos los objetos de Jazmín, la preservación de objetos que representan ella. La foto también parece atrapada en el tiempo. Un reloj es inmóvil, una representación de la dificultad de continuar la vida diaria sin justicia para Jazmín. 

Otra herramienta para preservar a las víctimas de los feminicidios es el arte. Sí, es verdad que las imágenes son una forma de arte, pero es importante analizar los efectos del arte más abstracto. En casos de feminicidios el arte muestra la importancia de hablar sobre las víctimas y sus identidades. El arte da un conducto a miembros de la comunidad para describir sus emociones y procesa todos los eventos que han pasado en una forma creativa. Objetos como una roca pueden empezar una conversación sobre la falta de voces que las mujeres tienen en México o una obra en el estilo “collage” puede dar una historia más completa a una mujer desaparecida. Más específicamente, la obra de Verónica Gerber Bicecci demuestra la importancia de tener una voz para las mujeres. La voz es como un arma que la comunidad puede usar para ganar justicia para las víctimas. El arte y las imágenes en sí mismos son una representación visual de esta voz. El arte sirve como un memorial y una manera de ganar justicia al mismo tiempo.

La segunda obra, “We have a lot in common'', demuestra visualmente el complicado proceso de conmemorar las víctimas en casos de los feminicidios. La obra fue creada en Colombia durante un período de borradura gubernamental de personas desaparecidas. En la obra una solo foto es completamente clara y lo es una foto de una mujer desaparecida. La imagen es tan importante porque en las fotos en correo confiscado podría ser utilizada para identificar víctimas.

Por supuesto, el problema es que el correo fue tomado para que las víctimas no pudieran ser identificadas durante las desapariciones. Otros aspectos de la imagen como la persona confusa en un mar de pintura blanca y la yuxtaposición representan la falta de claridad en casos de feminicidio. Hay muchas instancias en que la memoria de un evento presentado por el gobierno era completamente diferente que la presentada por la comunidad. El resultado es confusión para las familias quienes solo quieren el cierre. En este sentido, “We have a lot in common,” sirve como un ejemplo del arte como una salida emocional y protección de la memoria comunitaria en Colombia.

Si una visualización es muy literal cómo imágenes documentales o es muy figurativa como el arte visual, es claro que las visualizaciones tienen un gran impacto en nuestra capacidad de recuperarnos después de un evento traumático. En casos de feminicidio, la visualización de las víctimas es más importante porque la visualización puede ser la diferencia entre la justicia y el abandono. Visualizaciones también sirven como un método de proteger memorias de las víctimas en sus familias y en la comunidad en general. Tercero, las visualizaciones y retórica visual pueden empezar conversaciones sobre el problema del patriarcado para prevenir una repetición de los feminicidios en otras partes del mundo. Aunque existen otros métodos para preservar una historia, hay una razón por la que una imagen vale más que mil palabras.

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