Civilization and barbarism: cattle frontiers in Latin America. Duncan, Markoff
En este trabajo los autores permite ver como los ranchos grandes del siglo XVIII y XIX no tiene fronteras claras, lo que se convierte en un problema para la racionalización de producción, entonces a partir del alambrado se define las fronteras y eso permite una mejor crianza, más especializada. Esto genera que se destruyan formas de organización social, precoloniales, que estaban ligadas a la movilidad de las personas y comunidades. Esto tuvo lugar durante las primeras décadas de 1900. Se debió a una serie de factores relacionados a mercados y nuevos inventos, como el telégrafo y las armas hicieron que los gauchos (o dueños y cuidadores de ganado en Argentina), que hicieron que estos sectores perdieran importancia económica y por tanto fueran menos apoyados por los centros administrativos.
Si bien al artículo se centra sobre todo en el caso de Argentina y el norte de México nos da una perspectiva amplia del tratamiento de fronteras agrícolas en Latinoamérica. Los autores además muestran claramente cómo se ejerce violencia en la formación de estas fronteras, al cortar el libre tránsito de grupos nómadas. Al respecto anotan “Thus fences destroyed the relations of reciprocity between vagrants and nonvagrants; in so doing, they eliminated the former and radically changed the lives of the latter” (612). Me parece importante hace hincapié en esta cita ya que llama la atención en como la división del espacio destruye estructuras y percepciones del mismo, al imponer sobre nuevas. Esta perspectiva de división de terrenos y cambios de actividades en algunas regiones nos ayuda a pensar en los lugares, las fronteras y los mapas como símbolos de tipos de violencia que, a pesar de ser gráficos, muchas veces no son analizados. Tomar en cuenta las capas de violencia que encierra la creación de fronteras nos permite repensar en como nosotros mentalmente hacemos mapas de lugares, y qué es lo que entran en estos, qué no, y encima de qué los construimos.