Imaginative Horizons
El autor propone indagar en las distintas formas de entender la imaginación y el horizonte a partir de acercarse a diferentes culturas. Por ejemplo muestra con ejemplos que en la cultura Navajo, el horizonte está contenido en un lugar conocido, demarcado y narrado. Esto conlleva un entendimiento de espacio tiempo. Entre los Apache, al “hablar con nombres”, dejan espacio para la autonomía de la imaginación, sin imponer entonces la discursividad. Con este análisis concluye que el espacio es temporalizado, narrado y activamente mediado, de distintas maneras según la cultura, y no es abstractamente imaginado. La siguiente cita sintetiza lo planteado, por lo que es provocadora: “We have to recognize that the frontiers and borders which we take so literally today are always more than the geopolitical lines that arbitrarily cut up our world. They are spatial and temporal, as “space” and “time” are understood. They are figured from within our ontologies and epistemologies”(38). De esta forma el autor propone que el horizonte puede estar contenido en un lugar conocido, demarcado y narrado. Esto propicia un entendimiento de espacio-tiempo sin un necesario dislocamiento, mediante la priorización de la percepción y no de lo discursivo. Esto confronta la perspectiva de la realidad, el horizonte que se concibe en torno a lo que es real.
Este libro ayuda a pensar en el espacio saliendo de la arbitrariedad de las construcciones y los procesos de construcción del espacio y la realidad, incluyendo los procesos estéticos que determinan estos procesos. El concepto de “Hinterland” es útil para salir de estas construcciones dicotómicas porque no necesita asociarse con una imagen. Es un espacio mediado por procesos sociales, no por representaciones.