Charly García
1 2016-05-05T22:53:37-07:00 Anjelica L. Neslin b03bc83eb0d91bc7c6a154e2e262d66484b2fc11 9467 2 El ícono del rock nacional en los 80 plain 2016-05-05T22:56:18-07:00 Anjelica L. Neslin b03bc83eb0d91bc7c6a154e2e262d66484b2fc11This page is referenced by:
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2016-05-04T04:11:49-07:00
Conclusión
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Una vuelta al panorama del rock nacional en los 80
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Las tres historias distintas de Soda Stereo, Charly García y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en la década de los 80 representan tres distintas interpretaciones del rock nacional. Si bien la modernidad de Soda, la argentinidad de Charly y la comunidad de Los Redondos expresan tres maneras diferentes de hacer rock en la Argentina, estos tres casos destacan el mismo lugar alcanzado por el rock en la cultura argentina después de la Guerra de las Malvinas. Llegó a formar una subcultura, todavía vinculada a los jóvenes, pero ligada a mecanismos de construcción y reproducción de cultura masiva. Así esta subcultura cobraba dimensiones cercanas a la cultura masiva. Dentro de la subcultura, cada uno de estos ejemplos pudo desarrollar su propia estética. Soda Stereo se enfocó en la imagen y lo moderno, recogiendo influencias globales para formular su sonido y estilo. Charly García desarrolló el papel de una superestrella, siendo sinónimo del rock argentino. A diferencia del comercialismo sin complejos de estos músicos, Los Redondos eligieron la independencia y la creación de una comunidad estrecha con su público, basado en un sonido independiente de las modas tanto del rock argentino como del rock general del momento.
La cuestión misma del momento es fundamental para entender el éxito tanto de estos grupos como del apogeo del rock nacional. El fin de la dictadura marcó estos tres casos de maneras distintas. Soda emergió en las postrimerías de las Malvinas, listo para aprovechar la apertura recién producida en la cultura argentina en cuanto al rock; arrancaron del aire del momento un espíritu de diversión que iban modificando de acuerdo con los humores cambiantes de la década. Charly sufrió una transformación grande por la experiencia de tocar rock durante su politización en la dictadura y por lo tanto se destacó como la figura más emblemática del rock nacional cuando el Proceso terminó. Los Redondos vivieron un periodo underground durante la dictadura, cuyos rasgos de fugacidad y nomadismo el grupo conservó en el entorno más visible de la democracia. Bajo el gobierno militar, el rock “came to symbolize protest and to express feelings of solidarity as well as resistance to hegemonic Argentine nationalism and the military dictatorship” (Avant-Mier 150). Aunque el rock nacional no necesariamente mantuvo esta politización durante la democracia, sí permanecía el vínculo entre la música rock y los procesos que acontecían en la sociedad argentina.
Como Gloria Guerrero había dicho en julio de 1982, las condiciones en la Argentina eran “altamente provechosas” para el surgimiento del rock nacional (27). Nuevas tecnologías y tendencias como el walkman y los videoclips cambiaron la relación entre música y público. El acercamiento entre el rock y la industria musical en el país creó nuevas posibilidades para grupos como los tres estudiados aquí. Si bien Soda Stereo y Charly García aprovecharon las posibilidades de promoción extensas ofrecidas por disqueras majors, un grupo independiente como Los Redondos también sacó provecho en términos de un público devoto por el mismo hecho de haber rechazado la comercialización en esta coyuntura.
El atributo que más definía el rock nacional en este surgimiento fue sus distintas maneras de captar la modernidad líquida de la época de los 80. Soda Stereo eran estetas y tecnólogos modernos que nunca dejaron de cambiar sus apariencias o estilos musicales; Charly García también evolucionó musicalmente en su doble estatus de pionero y seguidor de la moda; Los Redondos encarnaron la fluidez por ser nómadas. Estos músicos acogieron la liquidez en cómo, dónde y con quién crear rock, y esta liquidez resultó en identidades mucho más ligeras en cuanto al rock. Los valores de los distintos grupos con que sus públicos se identificaban propiciaban estas identidades líquidas: lo fuertemente estético y moderno con Soda, lo argentino con Charly y lo conspiratorio y comunitario con Los Redondos.
El nombre rock nacional que surgía al lado de este fenómeno cultural representa las diferentes maneras de hacer un rock nacional. Charly García dio significado a este término al hacer del rock una música verdaderamente argentina y Los Redondos crearon una comunidad nacional con su interpretación, mientras que Soda Stereo mostraba que el rock nacional argentino también podía ser internacional. El rock nacional, fortalecido por la modernidad líquida, radicaba en cada una de estas propuestas. Y la experiencia argentina con el rock nacional es de suma importancia porque sirvió de ejemplo para el resto de la América Latina, impulsando la creación de otros rock nacionales y del rock latino—categorías que emergieron con los grupos argentinos en la vanguardia. El rock nacional argentino se situaba en un nexo muy particular de la globalización durante los 80, recogiendo elementos de la cultura rock más internacional y transformándolos en el entorno nacional, para después exportarlos a otros países latinoamericanos. Un rockero chileno captó la situación bien: “los argentinos nos dieron el ejemplo que se podía hacer música en español que sonara en la radio y que sirviera para bailar en la disco, cantar en la casa y se sintiera moderno” (Aguayo 121). Y si bien había músicos argentinos como Charly y Soda que servían de vehículos para la propagación del rock en español y el rock latino, Los Redondos mostraban que el rock nacional no era valorado solamente por su capacidad de salir de la nación.
Los casos de Soda Stereo, Charly García y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota prueban la precisión de aquella predicción de Gloria Guerrero en “Si al rock le llegó su hora, que no le pase el cuarto”. La hora del rock nacional sí llegó en los 1980, con los “Raros peinados nuevos” de Charly como su emblema. Fue apto que una canción que abre con una valoración de la liquidez representara—y sigue representando—este fenómeno: “Y si vas a la derecha / y cambiás hacia la izquierda, ¡adelante!”. El ámbito del rock nacional en los 80 no sólo cubría lo puramente musical, sino abarcaba toda una subcultura, incluso peinados—y además con espacio para propuestas bastante raras. Como Charly observó a su público desde la letra, “te gustan esos raros peinados nuevos”.