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1 2017-05-08T16:03:16-07:00 FESCOMUNICACIÓN 9d274757070b629b0657db2f3309ed48ae39a33c 16219 1 Figura 5. Pérdida de seguidores en Twitter el día del debate Yo Soy 132 (Twittercounter, 16-20 de junio 2012) plain 2017-05-08T16:03:16-07:00 FESCOMUNICACIÓN 9d274757070b629b0657db2f3309ed48ae39a33cThis page is referenced by:
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Yo Soy 132, Televisa y Peña Nieto: la batalla entre David y Goliat
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2017-05-26T09:49:47-07:00
Contenido
El proceso electoral mexicano de 2012 se distinguió por la emergencia del Movimiento Yo Soy 132, que representó un punto de quiebre durante la campaña presidencial. Este ensayo revisa las condiciones estructurales que condujeron al surgimiento del movimiento, evalúa su impacto en la campaña electoral y su alcance en el escenario político mexicano post-electoral.
Somos un enjambre que se sale de las manos del gobierno y de los medios de comunicación.
Primera Asamblea General, Yo Soy 132Si no ardemos juntos, ¿quién iluminara la obscuridad?[1]
México lindo y querido
A menos de dos meses de las elecciones de 2012, la campaña electoral transcurría apegada a un conocido guión televisivo: monólogo de los candidatos, distancia de los partidos, eventos somníferos, discursos rancios, denuncias de irregularidades, acarreos, descalificaciones, encuestas distorsionadas, fractura social y política. Pese a las elevadas expectativas surgidas a partir de la creciente actividad política en medios sociales en los años previos a la elección, nada la distinguía de la larga trayectoria de campañas políticas tradicionales. Sin embargo...
El detonante
El viernes 11 de mayo de 2012, el candidato de la coalición Compromiso por México (PRI-PVEM), Enrique Peña Nieto, visitó la Universidad Iberoamericana, una de las universidades privadas más importantes del país, como parte de sus actividades de campaña. Después de su intervención, los estudiantes lo increparon por su desempeño como gobernador del Estado de México (2005-2011) marcado por la opacidad, los feminicidios y la represión contra los campesinos de Salvador Atenco[2].
Peña Nieto justificó el uso de la fuerza pública para mantener la paz y el orden social, ante lo cual los estudiantes le gritaron: “Asesino, asesino” con pancartas que denunciaban “Atenco no se olvida” y máscaras del expresidente Salinas de Gortari, símbolo de la corrupción y alianza entre los intereses económicos y políticos.
Frente a la presión y los crecientes abucheos, el equipo de seguridad del candidato decidió resguardarlo en un baño para evitar a los estudiantes que bloqueaban la entrada principal mientras encontraba otra manera de salir del lugar apresuradamente rodeado de guardaespaldas.
Después del incidente, Pedro Joaquín Coldwell, entonces Presidente del PRI, Arturo Escobar, coordinador de senadores del Partido Verde-Ecologista de México y Emilio Gambia, líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, descalificaron a los estudiantes llamándolos “intolerantes” e insinuando que era un grupo de acarreados (personas que son llevadas a actos públicos partidistas a cambio de algún tipo de recompensa material) y porros (grupos de choque que desestabilizan a las instituciones educativas a través del vandalismo y la extorsión). Decían que todo había sido orquestado por López Obrador, candidato por la coalición de izquierda.
Los medios de comunicación reforzaron esta versión diciendo que no se trataba de una manifestación estudiantil espontánea, sino de un boicot político. En respuesta, los estudiantes grabaron un video (poner el video en grande en este capítulo http://www.youtube.com/watch?v=P7XbocXsFkI&feature=youtu.be) que subieron a YouTube para desmentir las acusaciones de los políticos y los medios como evidencia de su autonomía y su auténtica condición de estudiantes. Ese lunes 14 de mayo la frase “131 estudiantes de la Ibero” se convirtió en trending topic mundial[3] y las reacciones de adhesión subsiguientes derivaron en “Yo soy el 132” y posteriormente #YoSoy132.
Lo que siguió
La chispa se había encendido. Los estudiantes convocaron a una marcha estudiantil el 18 de mayo para “denunciar prácticas deshonestas y anti periodísticas de los medios, así como irregularidades en instituciones y partidos”. A esa marcha multitudinaria le siguieron asambleas, tomas, declaraciones y lo más importante, la producción de contenidos e información alternativa a través de distintas plataformas multimedia.
Los integrantes de #yosoy132 se definieron como “un movimiento de jóvenes que buscan un proceso democrático limpio y honesto de parte de candidatos, instituciones y medios”. Como un movimiento estudiantil auténtico y apartidista, con un objetivo simbólico: llamar la atención sobre su inconformidad ante la manipulación mediática y la necesidad de toma de conciencia frente a las alianzas del poder político y el poder mediático.[4] A la convocatoria se sumaron estudiantes de otras universidades de diferentes estados y también en otros países, lo que dio como resultado una gran heterogeneidad y un alcance internacional.
Las demandas
Escogieron Televisa como el núcleo de un sistema mediático incrustado en el corazón de la estructura política y a Peña Nieto como el beneficiario directo de la manipulación mediática durante la campaña electoral. Eran dos objetivos simbólicos importantes con los que otros jóvenes podían identificarse, porque condensan los valores de un sistema que promueve la corrupción y la impunidad, y constituyen la materialidad perversa de ese sistema.
El movimiento #YoSoy132 nació en las condiciones más adversas. Nació en un punto de quiebre en la sociedad mexicana, y en un clima de polarización política exacerbada. Nació en un país permeado por la inseguridad y pobreza, donde en algunos lugares se declara ingobernable y fallido; en una red de medios de comunicación que entabla cercos sobre el acceso al conocimiento a la Verdad; junto a un duopolio mediático que se ha encargado de cegar y desconcientizar a la población durante casi 60 años en un proceso de educación y adoctrinamiento sistematizado dirigido a las masas con programas de entretenimiento sin contenido, que junto con siglos de idiosincrasia sumisa y poco contestataria ha dado como resultado una sociedad apática de lo que le sucede en su entorno, en particular de la política y las políticas que tienen que ver con su vida pública y privada. Nace en un tejido social desgastado y desvalorizado donde la solidaridad carece de sentido frente al beneficio propio, y donde la vida de uno sólo carece de relevancia para dejarlo desvanecer en estadísticas. (Yo Soy 132 Media, 2012)[5]En un inicio sus peticiones se concentraron en la denuncia del contubernio Televisa-Peña Nieto con propósitos electorales, que sirvió como argumento para exigir un proceso electoral limpio y la democratización de los medios. Una demanda concreta fue la realización de un tercer debate no oficial entre los candidatos. El Primer Comunicado de la Coordinadora del Movimiento Yo Soy 132[6] justifica su emergencia y sus exigencias:
Primero.- Somos un movimiento ajeno a cualquier postura partidista y constituido por ciudadanos. Como tal, no expresamos muestras de apoyo hacía ningún candidato o partido político, pero respetamos la pluralidad y diversidad de los integrantes de este movimiento. Nuestros deseos y exigencias se centran en la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información de los mexicanos, en el entendido de que ambos elementos resultan esenciales para formar una ciudadanía consciente y participativa. Por lo mismo, promovemos un voto informado y reflexionado. Creemos que, en las circunstancias políticas actuales, el abstencionismo y el voto nulo son acciones ineficaces para avanzar en la construcción de nuestra democracia. Somos un movimiento preocupado por la democratización del país y, como tal, pensamos que una condición necesaria para ella, involucra la democratización de los medios de comunicación. Esta preocupación se deriva del estado actual de la prensa nacional y de la concentración de los medios de comunicación en pocas manos.
Segundo.- YoSoy132 es un movimiento incluyente que no representa a una sola Universidad. Su representación depende únicamente de las personas que se suman a esta causa y que se articulan a través de los comités universitarios. En esencia, nuestro movimiento busca la democratización de los medios de comunicación con el fin de garantizar una información transparente, plural y con criterios mínimos de objetividad para fomentar una conciencia y pensamiento críticos. Es por ello que: Exigimos competencia real en el sector de los medios de comunicación, en particular en lo referente al duopolio televisivo constituido por Televisa y Tv Azteca.
De manera general, los objetivos se concretaron en su Programa de lucha: la democratización y transformación de los medios de comunicación; el cambio en el modelo educativo, científico y tecnológico; el cambio en el modelo económico neoliberal; el cambio en el modelo de seguridad nacional; la transformación política y la vinculación con movimientos sociales; y el cambio en el modelo de salud.
Posteriormente, el movimiento incorporó una serie de demandas, producto de la deliberación en las asambleas, de su propia auto-conciencia como movimiento y de su solidaridad con luchas históricas y otros colectivos sociales[7]. De manera general, los objetivos se concretaron en su Programa de lucha: la democratización y transformación de los medios de comunicación; el cambio en el modelo educativo, científico y tecnológico; el cambio en el modelo económico neoliberal; el cambio en el modelo de seguridad nacional; la transformación política y la vinculación con movimientos sociales; y el cambio en el modelo de salud.[8] Como es posible observar, la amplitud de las demandas y el espectro que abarcaban, resultaban una meta muy ambiciosa considerando que las elecciones estaban en puerta.
Jóvenes mexicanos y participación política
México es un país de jóvenes. Históricamente, las políticas públicas han sido insuficientes para que la juventud participe de manera activa en la vida social. En consecuencia, los jóvenes se encuentran excluidos del empleo, la salud y la educación. En el libro Juventud mexicana. Una radiografía de su incertidumbre Según Pedro José Peñaloza señala que las tres opciones que toman los jóvenes en México son el suicidio, la delincuencia o la migración.
En este contexto, podemos pensar que los jóvenes universitarios del Distrito Federal se encuentran en una posición privilegiada frente a la de otros grupos de jóvenes mexicanos. Viven en la ciudad que concentra el capital cultural, político y económico del país; han tenido acceso al sistema de educación superior, que en este país es un lujo teniendo en cuenta que de acuerdo con la OCDE (2011), cerca del 66.1% de los mexicanos entre los quince y los veintinueve años no estudia; poseen infraestructura tecnológica, incluidas tecnologías móviles; y se encuentran bastante conectados a pesar de lo costoso del servicio[9]. Entonces ¿por qué se manifiestan los jóvenes de universidades privadas y públicas?
Precisamente porque la exclusión no se resuelve con el acceso a la educación, ni con ocupar un lugar preferente en el campo social. Una juventud crítica y empoderada es la que puede hacer evidente esta exclusión sistemática de las instituciones, pues ha vivido en carne propia los efectos del contubernio entre intereses económicos y políticos que han dado origen a la actual crisis social en México.
Son estos jóvenes quienes han perdido la confianza en las instituciones. Instituciones que los han defraudado históricamente: el gobierno, los partidos, los medios, la justicia que reclaman, la enorme distancia entre gobierno y ciudadanos. Ya no creen en el sistema político.
Este desencanto de los jóvenes mexicanos frente a las instituciones se observa de manera significativa en la gráfica de la Encuesta Iberoamericana de Juventudes (OIJ, 2013).[10]
En los estudios sobre participación política juvenil se refuerza la idea del poco o nulo interés de los jóvenes en la política. Sin embargo, es necesario analizar de manera más profunda la relación de los jóvenes con la política y las formas alternativas de participación, que no necesariamente responden a los esquemas convencionales y que deben explicarse forzosamente en el entorno socio-político en el cual se gestan, con sus respectivas transformaciones y aparentes contradicciones.[11]
En la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012[12] realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM los jóvenes mexicanos manifestaron estar poco o nada interesados en la política (89.6%), mientras que un 9.5% declaró estar muy interesado.
Si analizamos las razones por las cuales la mayoría de los jóvenes no se interesa en política, vemos que en primer lugar aparece la deshonestidad de los políticos. Este escenario es resultado de una histórica fractura entre la ciudadanía y la clase política que percibe salarios exorbitantes[13] y ofensivos en un país con 53.3 millones de pobres[14] y que responde cínicamente a los intereses de los grupos económicos.
El estudio realizado por el Colegio de México (2013) y Berumen[15] da cuenta de la dinámica de la cultura política y la participación ciudadana entre los jóvenes de 18 a 29 años durante las elecciones de 2012. Destaca que cuando los jóvenes buscan incidir en algún problema social, al menos el 9.3% utiliza las redes sociales para manifestar su descontento o difundir información de problemas que le son significativos. Internet resultó el medio más utilizado por los jóvenes para este efecto. Un 5.4% declara que ha participado o participa en marchas o plantones y 5.2% participa en paros laborales o huelgas.
Destaca que cuando los jóvenes buscan incidir en algún problema social, al menos el 9.3% utiliza las redes sociales para manifestar su descontento o difundir información de problemas que le son significativos.
El 32% de los jóvenes manifiesta que no cuenta con una ideología (igual que los adultos) y el 96.5% no participa en ninguna organización política formal, pero el 4.6% ha recurrido a partidos políticos u otro tipo de organizaciones sociales para solucionar un problema. En cuestiones políticas, la familia es el interlocutor con mayor credibilidad (61.6%).
El medio a través del cual siguieron el proceso electoral fue la televisión: spots (56.20%), los noticieros y programas de política (22.30%). En contraste, solamente el 5.1% utilizó Internet.
Los jóvenes piensan que el gobierno se ocupa poco (60.1% ) o nada (29.2%) de sus demandas. Ocurre algo similar con los políticos: el 56% considera que les interesan poco los jóvenes y el 28% que no les preocupan en lo absoluto. Un 23% cree que a nadie le interesan los jóvenes.
Los jóvenes afiliados a partidos políticos constituyen menos del 3% de la muestra. Sin embargo, 91% expresó su intención de ir a votar, aunque un 10.7% declaró que votar no sirve para nada, un 72.9% piensa que votar sirve para que mejoren las condiciones de vida (28%), para que haya más justicia social (25%), para exigir a los políticos que cumplan sus promesas (14%) y para combatir la violencia (6%).
A partir de estos resultados, debemos considerar que las formas de participación política de los jóvenes no responden a las categorías ni los esquemas convencionales. Los jóvenes prefieren mantenerse al margen de la institucionalidad que los excluye, en espacios creados y definidos por ellos, principalmente en la esfera privada, y a través de manifestaciones no formales.
Televisa y Peña Nieto
Televisa es un actor crucial en la historia de México. Son seis décadas de hegemonía mediática que han calado hondo en la conciencia y en la ideología del pueblo mexicano. México no puede entenderse sin Televisa. De acuerdo con Trejo Delarbre, Azcárraga Milmo, “el Tigre”, fue un socio incondicional del gobierno, y fue esta alianza la que le permitió construir su emporio mediático.[16]
Los favores políticos, los cargos públicos, la publicidad oficial, las leyes que permitieron la concentración de capital y el monopolio mediático, la evanescencia de hechos incómodos (como la matanza del 68), la criminalización de la protesta social, son solo algunos de los mecanismos en los que se ha hecho patente esta relación perversa.
Azcárraga fue un priísta confeso: “Soy soldado del PRI y del presidente”[17][18], dijo en una ocasión. Esta frase da cuenta de la estrecha relación que ha mantenido Televisa con el poder político. Para el académico Lorenzo Meyer el gobierno ha terminado siendo “el soldado” de Televisa.[19]
Con motivo de la muerte de Azcárraga Milmo, Carlos Monsiváis argumenta que la filosofía de Televisa se encuentra sintetizada en sus célebres palabras:
México es un país de una clase modesta, muy jodida... que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil.[20]
Esta filosofía, que ha sido enarbolada desde siempre, ha convertido a Televisa en “cómplice del poder en el retraso político del país” [21]. Televisa y el PRI aplauden que el país no alcance madurez política.
Después de las derrotas del PRI en 2000 y 2006, para las elecciones de 2012 era necesario apostar al candidato que ofreciera más oportunidades. No podían darse el lujo de perder nuevamente. El pésimo desempeño de Calderón sumado a la estrepitosa fractura de la izquierda constituía la mejor coyuntura para sostener que el PRI era la única alternativa política. La opción indudablemente era Peña Nieto, obediente, sin mayores luces, aunque con un pasado incómodo pero “borrable” y que por su edad, tendría la oportunidad de enarbolar el discurso de “un nuevo PRI”. A esto hay que añadir que su apariencia y su matrimonio con una estrella de telenovela permitía construir idealmente la narrativa mediática al mejor estilo de Televisa.
La campaña política, que desde la reforma electoral de 2007 ya no puede darse a través de la compra directa de los tiempos mediáticos, se realiza de manera “encubierta” a través de espacios de opinión y entretenimiento. El millonario plan de medios pactado para la campaña de Peña Nieto en Televisa desde que desempeñaba el cargo de Gobernador del Estado de México, y que fue denunciado por el periódico The Guardian, refleja que dentro de la estrategia se encuentran la producción de guiones de telenovela, invitaciones a programas, videos promocionales, entre otros productos.[22]
El proceso electoral de 2012, al igual que en 2006, estuvo plagado de irregularidades: compra de votos, acarreos, boletas marcadas, robo de urnas, escándalos, manipulación de las empresas encuestadoras, campañas de odio, además del ya referido pacto mediático. La emergencia de Yo Soy 132 fue una reacción legítima frente al fraude y la simulación que han caracterizado hasta ahora a las campañas electorales a la presidencia en México y que son solapadas por los medios al servicio del poder.
El impacto de Yo Soy 132
Dice Rheingold (2003) que la efectividad de un movimiento se mide por su capacidad de influir en las elecciones y en las políticas públicas. A pesar de que el movimiento no impidió que Peña Nieto fuera electo presidente, su impacto debe entenderse a partir del contexto mexicano, la coyuntura de la elección y la propia dinámica del movimiento. Es posible identificar los efectos del movimiento durante el proceso electoral, en el periodo post-electoral inmediato y hasta la actualidad.
Con respecto al proceso electoral, hay que recordar que en México el voto no es obligatorio. Esta elección consiguió movilizar a la mayor cantidad de votantes de su historia: 50.3 millones, equivalente al 63.14% de la lista nominal compuesta por 79,454,802 millones de electores. El 28.33% del padrón electoral estaba compuesto por jóvenes entre 18 y 29 años de edad, por lo que casi 24 millones de jóvenes tuvieron la oportunidad de ejercer su voto el 1 de julio.[23] Si bien es cierto que aún no es posible determinar cuántos de los jóvenes salieron a votar por el efecto Yo Soy 132, la presencia juvenil no tuvo precedente. El ejercicio de documentación y denuncia de irregularidades durante la jornada electoral por parte de la comisión de vigilancia ciudadana del movimiento representó también una iniciativa valiosa de fiscalización del proceso.[24]
Si bien es cierto que aún no es posible determinar cuántos de los jóvenes salieron a votar por el efecto Yo Soy 132, la presencia juvenil no tuvo precedente.
Las acciones de Yo Soy 132 permitieron que se rescatara la voz del sector juvenil sistemáticamente excluido del debate político. La presión juvenil hizo tambalear la seguridad del PRI, lo que condujo, por una parte, a que se intensificaran las estrategias de “persuasión” de los votantes en la campaña en tierra, y por otra, a que los medios incidieran en la construcción de una imagen negativa del movimiento, enfatizando sus fracturas, “comprando” a miembros estratégicos y difundiendo la idea de que el movimiento había sido absorbido por el candidato de la coalición de izquierda.La realización de un debate entre los candidatos organizado por iniciativa de los jóvenes constituye también un hito en la historia política de México. La selección de las preguntas a través de una consulta pública y la transmisión en vivo a través de plataformas digitales (aunque con problemas técnicos por el alcance que tuvo) representan el primer ejercicio de democracia participativa y distribuida en una campaña presidencial. El Debate Yo Soy 132 consiguió hacer visible el rezago de los candidatos con respecto a las expectativas ciudadanas que exigen participación, diálogo, democratización, transparencia. Como resultado del debate, en medios sociales se manifestaron las posturas de los ciudadanos en desacuerdo con los candidatos. Fue la única fecha de toda la campaña electoral en que los candidatos perdieron seguidores masivamente en sus cuentas de Twitter. (Figura 4)
El análisis de las tendencias de búsqueda del Debate Yo Soy 132 en Google, refleja el nivel de interés que despertó el tema entre los internautas.
Las iniciativas tomadas por el movimiento tuvieron eco también en el escenario post-electoral, después de que el 1 de julio el candidato del PRI fuera reconocido como ganador. La movilización continuó durante todo el año: asambleas, manifestaciones, marchas, la realización de un contrainforme, la toma de Televisa, la toma de casetas de peaje, un flashmob, y brigadeos informativos, son ejemplo de las diversas acciones desplegadas en México y otros países. Los integrantes del movimiento documentaron las irregularidades durante el proceso electoral y entregaron las evidencias audiovisuales y casos a las instituciones electorales. El movimiento reportó 2700 irregularidades.[25]El escenario se volvió más complejo cuando el 1 de diciembre, día de la toma de posesión del cargo presidencial, se convocó a una manifestación de repudio en la Sede del Palacio Legislativo de San Lázaro, donde Peña Nieto debía asumir el cargo. Bajo la coordinación del Estado Mayor Presidencial se desplegó un operativo policiaco en el que se documentaron numerosos abusos de autoridad contra los manifestantes de distintos grupos sociales. Más de cien manifestantes fueron privados de la libertad, se registraron heridos y uno de ellos murió posteriormente a causa de las lesiones sufridas.[26] Ese día es conocido como el #1Dmx, por el hashtag que fue utilizado para la convocatoria. Se abrió un sitio web, el 1dmx.org para documentar los abusos de autoridad y que fue utilizado posteriormente para la defensa de los detenidos de manera arbitraria.
Las iniciativas del movimiento incidieron en el carácter y la aprobación posterior de la Ley Fedelar de Telecomunicaciones. A Yo soy 132 también se debe la aparición de numerosos espacios alternativos de información, como Rompeviento TV, Yo Soy Red, Revolución 3.0. Otro de los efectos importantes fue la creación de redes de solidaridad y apoyo entre los estudiantes de universidades públicas y privadas; y la vinculación con otros sectores, luchas y colectivos de la sociedad civil.
El papel de las redes sociales
Después de lo ocurrido en otras regiones del mundo, existía una gran expectativa sobre el impacto de los medios digitales en la elección. Las plataformas digitales, principalmente Twitter, Facebook y YouTube, se utilizaron de manera intensiva durante la campaña. Sin embargo, su uso por parte de los políticos reflejó la inercia del sistema a incorporar los medios sociales como instrumentos de diálogo e interacción con los ciudadanos.
Según Castells[27]
La sociedad modela el uso de Internet y no al contrario. Donde hay participación política pueden convertirse en un instrumento dinámico de cambio social; donde hay burocratización política y política estrictamente mediática de representación ciudadana, Internet es simplemente un tablón de anuncios. Hay que cambiar la política para cambiar Internet y, entonces, el uso político de Internet puede revertir en un cambio de la política en sí misma.
Por parte de los candidatos, las redes sociales fueron utilizadas como espejo de las campañas políticas tradicionales: acarreados digitales y bots, creación artificial de trending topics para manipular la opinión pública, campañas de odio y monólogo de los candidatos.[28]
A pesar de que los partidos intentaron secuestrar el espacio de opinión de las redes sociales, la participación ciudadana trató de revertir el escenario de manipulación. El análisis de sentimiento de Twitter realizado por Mansilla durante la campaña electoral demostró que las preferencias de los tuiteros mexicanos se inclinaban por un amplio margen hacia el candidato de la coalición de izquierda (Figura 6) [29] y que Peña Nieto generó los sentimientos más negativos entre los usuarios (Figura 7). El “viernes negro” de la visita a la Universidad Iberoamericana, el candidato de la coalición PRI-PVEM recibió 295 mil menciones negativas de las 398 mil que obtuvo en Twitter, el pico más alto de actividad durante la campaña presidencial.[30]
La línea roja representa a Enrique Peña Nieto, la amarilla a Andrés Manuel López Obrador, la azul a Josefina Vázquez Mota y la turquesa a Gabriel Quadri.La reinvención del movimiento
Como todos los movimientos sociales, el movimiento Yo Soy 132 atravesó por un complejo e intenso proceso de auto-definición que transitó desde el clímax con un apoyo social muy importante, hasta las fragmentaciones y la pérdida de apoyo de la opinión pública, debida en gran medida a la acción de los medios que insistieron en vincular al movimiento con el candidato de la izquierda.
El hecho de que Peña Nieto ganara la elección constituyó un golpe fuerte para el ánimo de los jóvenes de Yo soy 132 que habían alimentado una gran expectativa sobre su incidencia en el proceso electoral. Soñaban con ganar la batalla a Goliat y la pérdida de la elección fue asumida como un gran fracaso. Si consideramos que el margen de acción para alcanzar el propósito era muy reducido (desde su emergencia el 11 de mayo hasta la elección el 1 de julio) y tomando en cuenta las numerosas adversidades que tuvieron que enfrentar oponiéndose a los poderes fácticos sin más recursos que los de su esperanza y su enorme esfuerzo, hay que reconocer que su batalla fue titánica: en México el gigante posee dos cabezas enormes y poderosas.
En la actualidad sus integrantes se encuentran reorganizados de maneras diversas y continúan manteniendo una presencia en el escenario social y político. El 4 de marzo de 2014 promovieron con éxito la campaña #CensuraMexta, que evidenció la complicidad del gobierno mexicano y estadounidense para deshabitar el sitio 1dmx.org en el que se documentaban los casos de abuso de autoridad a partir de los hechos del 1 de diciembre.
Algunas conclusiones sobre Yo Soy 132
Si bien es cierto que no lograron derribar y cortarle la cabeza a Goliat, los jóvenes de Yo Soy 132 generaron un punto de inflexión en la campaña electoral y en la conciencia colectiva nacional después de la elección. Los jóvenes reavivaron la esperanza en el cambio, en la posibilidad de trastocar el orden de las cosas y pensar en otros mundos posibles.
Yo Soy 132 es una lección de y acerca de la juventud actual, la más global, conectada y plural de la historia. Una juventud que puede reconocerse como parte de una comunidad a pesar de sus diferencias. Una juventud que posee identidades múltiples que no tienen por qué ser congruentes a los ojos de la racionalidad y el quehacer político anquilosado y tradicional. La juventud de hoy no entiende la identidad como contradicción, simplemente la viven como infinitas y naturales posibilidades del ser. [31]
Las protestas de la juventud de esta época no se parecen a las de otras épocas. Se organizan, se articulan y se expanden al margen de la lógica partidista o institucional o transgrediéndola. No se adhieren a ideologías constitutivas, pueden ser heterogéneas y hasta contradictorias. Se van construyendo en tiempo real. No aceptan definiciones ni simplificaciones. La indefinición ideológica o la pluralidad de ideologías en el movimiento Yo Soy 132, no es más que un reflejo de esa condición.
No plantean demandas programáticas. Sus demandas responden al Zeitgeist de esta nueva era: maneras alternativas -no formales- de entender la participación política, mayor participación política directa, mayor involucramiento de la sociedad civil en la toma de decisiones, diálogo, interacción abierta y permanente, aprovechamiento de herramientas tecnológicas para alcanzar el imperativo democrático de la inclusión y la participación. En un país tan lastimado, tan tomado por la corrupción y el crimen organizado, el hecho de que haya surgido un sector juvenil con reales intenciones de incidir positivamente en el escenario político no es menor.
[1] Yo Soy 132 Media http://www.yosoy132media.org/media/expresate-media/si-yo-no-ardo-si-tu-no-ardes-si-no-ardemos-juntos-quien-iluminara-la-obscuridad/#sthash.E2nF8m0A.dpuf[2] En 2006, durante su mandato, los campesinos de San Salvador Atenco iniciaron una protesta ante la iniciativa del gobierno de expropiar sus tierras para la construcción de un nuevo aeropuerto internacional cerca de la ciudad de México. El 3 de mayo, unos tres mil efectivos de policía utilizaron la fuerza contra cerca de 300 campesinos desarmados. De acuerdo con un reporte de Amnistía Internacional, 207 personas fueron detenidas, 2 personas asesinadas http://www.amnesty.org/en/library/asset/AMR41/008/2009/en/736958b2-94fa-4a3d-bbe6-cd7d33affff3/amr410082009en.pdf y se cometieron numerosos abusos sexuales contra las mujeres. "Justifica Peña Nieto uso de la fuerza en Atenco". Esmas.com. 14 Mayo de 2006. Recuperado el 28 de octubre de 2013. En todas las ocasiones en que fue cuestionado, incluyendo la del viernes 11 de mayo, Peña Nieto justificó el uso de la fuerza del Estado para garantizar el orden público.[3] 131 alumnos de la Ibero muestran sus credenciales para desmentir al PRI http://mexico.cnn.com/nacional/2012/05/14/131-alumnos-de-la-ibero-muestran-sus-credenciales-para-desmentir-al-pri[4] Ricaurte, P. (18 de mayo, 2012). Yo soy 132. Medios y Ciudadanos. http://www.mediosyciudadanos.com/2012/05/yo-soy-132-opinion.html[5] “Si Yo no ardo, si tú no ardes, si no ardemos juntos, ¿quién Iluminara la obscuridad? http://www.yosoy132media.org/media/expresate-media/si-yo-no-ardo-si-tu-no-ardes-si-no-ardemos-juntos-quien-iluminara-la-obscuridad/#sthash.E2nF8m0A.dpuf[6] Primer Comunicado de la Coordinadora del Movimiento YoSoy132 http://es.wikisource.org/wiki/Primer_comunicado_de_la_Coordinadora_del_Movimiento_YoSoy132_(Manifiesto)[7] En la Primera Asamblea realizada el 30 de mayo de 2012 en las islas de la Ciudad Universitaria (UNAM), la Mesa 14, Memoria y Conciencia, hace un llamado a esa toma de conciencia histórica y a la autoidentificación del movimiento con anteriores luchas sociales. https://www.youtube.com/watch?v=E9dkSK1pgzA[10] OIJ. (2013). I Encuesta Iberoamericana de Juventudes. http://oij.org/file_upload/publicationsItems/document/20130719163951_42.pdf[11] Ricaurte, P. (agosto 2013). Jóvenes y participación política. El Universal. http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle18962.html[12] Imjuve-IIJ UNAM (2012). Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012. http://www.imjuventud.gob.mx/imgs/uploads/ENVAJ_2012.pdf[13] Como ejemplo, los 500 diputados reciben, entre sueldo, prestaciones y otros apoyos, más de doscientos mil dólares anuales. http://www.unionguanajuato.mx/articulo/2013/04/29/politica/cuanto-asciende-el-salario-y-las-prestaciones-de-diputados-y-senadores. La percepción de los ministros de la Corte Suprema duplica o triplica esta cantidad http://www.sipse.com/mexico/presupuesto-2014-incluye-sueldazos-para-gabinete-y-diputados-50832.html. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, el 38.5% de la población mexicana percibe entre uno y dos salarios mínimos, es decir aproximadamente entre 150 y 300 dólares al mes.[14] Padilla, Lizbeth. La pobreza aumenta a 53.3 millones de personas en México.
http://mexico.cnn.com/nacional/2013/07/29/la-pobreza-en-mexico-aumenta-a-533-millones-de-personas[15] El Colegio de México. (2013). Informe de la Encuesta Cultura Política de los Jóvenes en México. http://es.scribd.com/doc/160204327/La-Cultura-Politica-de-Los-Jovenes-en-Mexico[16] Azcárraga fue un socio "a veces áspero", pero incondicional del gobierno: Trejo Delarbre
http://hemeroteca.proceso.com.mx/?page_id=278958&a51dc26366d99bb5fa29cea4747565fec=175348[17] Monsiváis, C. (1993). Azcárraga Milmo y la "filosofía de Televisa" Revista Proceso. http://www.arzp.com/monsivais/televisa.html[18] De los gobiernos priistas, Emilio Azcárraga ha recibido todos los favores y, como priista confeso, sabe ser agradecido. Revista Proceso.
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