Conclusiones
Por otra parte, deteniéndonos en nuestro segundo eje de indagación, es decir cómo los movimientos populares posibilitan repensar la praxis política, nos interesa destacar la manera en que estos movimientos nos permiten re-interpretar la democracia, sus formas de participación, intervención, organización; y cómo nos permiten así mismo repensar la construcción de paz, en la medida en que ésta, como lo defendimos aquí, se confronte con el reto de involucrar y reconocer todo este acervo de prácticas políticas “desde abajo”, más atentas a las problemáticas y procesos de organización locales, y a sus singulares trayectorias y circunstancias.
Por último, en cuanto a las formas de saberes otros y otras ontologías, apuntamos a desestabilizar las fronteras entre la teoría y la praxis política, entre el pensamiento y la acción. Ello es así puesto que el diálogo o interpelación con las prácticas y discursos de los movimientos populares ha de retar también la creatividad conceptual del investigador social, desde el reconocimiento de que su perspectiva de análisis también interviene en un campo de fuerzas históricas complejo y conflictivo; y que el ejercicio de pensar “con”, y no tanto pensar “sobre”, las prácticas y discursos de estos movimientos y colectivos contribuye de una manera específica al diagnóstico, interpretación y tratamiento de los problemas sociales y, por eso, puede considerarse también en cierto sentido como “político”.
Juan Ricardo Aparicio
Alhena Caicedo
Pablo Jaramillo
Carlos Manrique
Laura Quintana
Profesores Universidad de los Andes
Línea “Formas de acción política desde la sociedad civil” (Centro Colombia Contemporánea- CESO)