Mitos bíblicos en Cien años de soledad

El apocalipsis

Por Nicole Estrella y Fiordaliza Reyes
La parte final de la Biblia y Cien años de soledad ven el final del mundo y las generaciones, las familias y la raza humana y la
familia Buendía.  Según Padova  (2017 p62y 63) "la parte final de Cien años de soledad recuerda al apocalipsis o el libro de Revelación, el último libro del Texto Sagrado.  La palabra Revelación parece muy apropiada en el contexto de la novela, donde varias generaciones de los Buendía intentaron descifrar el sentido de los manuscritos de Melquiades, pero solo Aureliano Babilonia lo consiguió y resolvió la revelación sobre el fin de la estirpe Buendía, exactamente cuando llegó el tiempo predestinado para esto".


Al final de la novela, Macondo finaliza en uhh Apocalipsis y quedó en total desolación y destrucción.  "Macondo era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugados por la cólera del huracán  bíblico" (pág 352).  Comparado con la Biblia que dice "Y al primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron a la tierra;  y la tercera parte de los árboles fue quemada, y se quemó toda la hierba verde.   

Apoyado por la Biblia, el narrador presenta a Macondo "reseco, inundado por la lluvia y pulverizado por la sequía y el calor".  Apocalipsis desencadena su fuera.  La "potencia ciclónica arrancó de los quicios las puertas y las ventanas, descuajo el techo de la galería oriental y desarraigo los cimientos" (pág 352). 
 

El huracán en el último capítulo se describe así

 Macondo era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán bíblico, cuando Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos demasiado conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de descifrar la última página de los pergaminos, como si se estuviera viendo en un espejo hablado Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra. 

 Aquí el huracán del apocalipsis se arranca de la biblia y se plasma directamente en la obra de García Márquez. Con esta intertextualidad no hace falta nada más descripción, y ya sabemos que esto es el fin de todos los tiempos.  El dia del Juicio Final por fin acaece y les llega a Aureliano y su esposa-tía, Amaranta Úrsula.  El viento que hereda Aureliano es el huracán final, el viento que arrasa Macondo y está destinado a los que fornican y no se arrepienten.  

Aquel que cree disturbios en su casa heredará el viento:
y el tonto se convertirá en el sirviente del sabio de corazón

...Y le he dado tiempo para que se arrepienta de su fornicación; y no se ha arrepentido. 22 He aquí, yo la arrojo a en una cama; y a los que cometen adulterio con ella los arrojo en gran 
tribulación, si no se arrepienten de sus obras.Y castigaré de muerte a sus hijos...

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