Santa Rosa de Lima Según Vásquez

Primary Source: Santa Rosa de Lima Según Vásquez

Título: Santa Rosa de Lima Según Vásquez
Artista: Fernando Botero
Origen: Colombiano
Fecha: 1966
Tamaño: 126 cm x 136 cm
Materiales: Óleo en tela
Localización: Museo de Blanton

 Descripción:

     Aunque Botero pintó su cuadro, Santa Rosa de Lima Según Vásquez, en el siglo veinte, la obra explora varios temas relacionados a la disidencia con colonialismo.  Como un artista popular de Latinoamérica en los años 60 y 70, Botero desarrolló su propio estilo, lo que los eruditos nombraban “Boterismo.” Siguiendo este estético, Botero creaba escenas con sujetos gordos para satirizar a los eventos sociopolíticos. Es interesante, porque muchos círculos intelectuales consideran Botero como el artista más colombiano del mundo contemporáneo, aunque vivía por mucho tiempo en los Estados Unidos y Francia. 
     La pintura, más o menos el tamaño de una ventana cuadrada, tiene una composición sencilla que consiste de la figura de una monja. Ella está de pie desde el punto de vista ¾, con una expresión resignada. Lleva un hábito azul con una corona de rosas, enfrente de un fondo rico, cubierto del azul real. La característica más extraña, sin embargo, es que su cuerpo está muy hinchado, llenando el espacio hasta los marcos. Su cara, en particular, es muy rechoncha con rasgos llanos y chiquitos. Ella sujeta una cruz delgada y una rosa en las manos, mientras mirando al espectador directamente.
     En este cuadro especialmente, Botero utilizó el icono de Santa Rosa para comentar los problemas coloniales que todavía afectan las sociedades presentes. Botero pintó Rosa como una mujer gordísima, en contra de su imagen típica que usualmente enfatiza su belleza. Según las leyendas, la santa nació en Perú durante el siglo dieciséis a los padres europeos. Para enfocarse totalmente en evangelizar a los indígenas, ella trataba de esconder su belleza por ayunar religiosamente. Cuando su madre le puso la corona de rosas, la santa usó las espinas para mortificar la piel e imitar el sufrimiento de Cristo. Como la primera santa canonizada en Latinoamérica, ella está venerada por muchos países hispánicos. Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, quien era un artista colombiano durante la época Barroca, pintó una imagen tan famosa de la santa, la que Botero está imitando. Por retratarla tan gorda, no obstante, Botero nota que las tradiciones coloniales tenían ironías que enseñaban la gente a subyugarse a los europeos, mientras enfocándose en los actos “caritativos.” 
 

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