Itinerarios coreográficos: Pilar Medina

Unipersonal

“Bailan los irreverentes y audaces”, jóvenes aventureros en desacuerdo con las técnicas ‘oficiales’, las ‘reglas’ del foro y la tradición, proclama Margarita Tortajada sobre la danza contemporánea independiente mexicana de los años ochenta y noventa, y se refiere a innumerables grupos y unos cuantos solistas. (MT, 2007: 77) 

“De la compañía al unipersonal”, trazó Carlos Ocampo el devenir de las “factorías de danza” de fines de la década de los setenta y hasta 1990. Inscribía el grupo de danza independiente en el colectivismo, esa “fe casi mesiánica en los poderes de la acción comunitaria que se opone a la figura de la autoridad”, en este caso, la autoridad de la compañía. (CO, 2002: 823, 824) Véanse COMPAÑÍA, COLECTIVO.

La lista de los grupos nacidos en los años ochenta, tras los pioneros Forion Ensamble (1977) y Alternativa (1978): en el Distrito Federal, Contradanza, Contempodanza, A la vuelta, Barro Rojo, Ballet Danza Estudio, UX Onodanza, Asaltodiario, Andamio, Quinto Sol, Utopía, Teatro del Cuerpo, Púrpura y Tiempo de Bailar; en los estados de la República, Antares, Módulo, Nucleodanza, Sinalodanza, Arte Móvil Danza, Clan, Paralelo 32 y muchos más. (MT, 2007: 77)

Por su fecha de estreno como coreógrafa (su primera obra, Bodas del quebranto, es de 1983), Pilar Medina se inscribe en los inicios del movimiento de danza contemporánea independiente mexicano, el colectivista, pero en un lugar casi único, el de las pocas solistas “reticentes al colectivo como forma de producción pero partícipes de muchos de sus factores y búsquedas. Ellas son Jenet Tame, Pilar Medina, Pilar Urreta y Georgina Martínez, pioneras todas de lo que años más tarde se conocería como unipersonal” (CO, 2002: 826). [Años antes, también Carlos Ocampo: “grupos de danza contemporánea independiente, rubro que abarca colectivos y creadores individuales, como Ballet Danza Estudio, Teatro del Cuerpo, Utopía, Antares, Pilar Medina, Rosa Romero Solos, Púrpura, Rolando Beattie, Contradanza, Compañía Jorge Domínguez, Contempodanza, Barro Rojo, U.X. Onodanza o El Cuerpo Mutable”. (CO [1994], 2001: 22) 

A principios de los años noventa las cosas cambian. Diáspora de integrantes y mutaciones de grupos; recuperación de “la compañía de”, así, con el nombre del coreógrafo adjunto; llegada de los “poscolectivos”, pues las becas y apoyos estatales son temporales, se otorgan para producciones específicas, y el mejor arreglo es “la obra efímera o el espectáculo unipersonal […] microfactoría de producción dancística [donde] el proceso comienza y concluye en los límites mismos del bailarín-coreógrafo, el artista autosuficiente al que se pude convidar.” (CO, 2002: 833).

De su primera obra a Bá-si-co (2012), son más de treinta años en que ha perdurado el impulso creador de Pilar Medina, sin que en sus obras encontremos los rasgos negativos que Carlos Ocampo detectaba en lo que salía de las “microfactorías”: desdén a los temas universales y también a los personales, deriva en lo “autobiográfico y lo autista, hasta llegar a lo casi ininteligible… énfasis en la forma o en el contenido light”. (CO, 2002: 834).

¿Sola? No.
 

Mateo [preocupado]: Abuela, ¿por qué siempre estás sola cuando bailas?

Pilar: Todas las personas, antes de hacer algo que realmente les importa, necesitan un momento en soledad para sentir lo que van a hacer y saber cómo lo van hacer. Cuando se va a crear una danza hay que quedarse quieto, en silencio y solo, y este momento no es triste ni preocupante, pero sí importante. Los médicos, los maestros, las mamás y los artistas tienen estos momentos antes de darse a los demás. La danza por lo general se presenta con varios o muchos bailarines. También la música se presenta con muchos o varios músicos y con un director de orquesta. Pero algunos músicos, como pianistas o violinistas, o algunos actores y bailarines, están en el escenario solos. Se les llama solistas.

Mateo: ¿Cómo que solista?

Pilar: Son los artistas escénicos que se separan de la orquesta o del grupo de danza o de la compañía de actores para interpretar algo compuesto para un solo intérprete. Yo he querido ser solista para bailar todas las historias que he traído dentro de mi corazón y que me he ocupado toda mi vida en escribirlas, en hacerlas danza, en interpretarlas. Pero también he pasado muchas horas acompañada de otros artistas, músicos, sonidistas, iluminadores, escenógrafos, vestuaristas, escritores, fotógrafos y productores, para que me ayuden a que se vean mejor las historias y presentarlas en los teatros. Además, los solistas nunca estamos solos en el foro. 

Mateo: ¿Quién te acompaña?

Pilar: En los teatros me acompañan los técnicos, que me ayudan a limpiar el piso, a acomodar la escenografía, a colocar las micas de los reflectores, a poner la música y ubicar las bocinas en su lugar perfecto. Me acompañan las asistentes que dan la bienvenida a los invitados, que me cambian durante la función. Me acompaña lo que se ve, por ejemplo, la iluminación, el vestuario, la música, los objetos. Se está solo al principio, cuando te preparas para acompañar a los demás, en mi caso al público. Después es la gloria, como se llama nuestro teatrito, un lugar de compañía, de abrazo, de comunicación.

Véase “Y/con”

¿Autista? Menos.

Pilar Medina es una integrante de su generación con todas las de la ley: “apelaron a las enseñanzas de otros maestros […] dieron rienda suelta al saqueo de los arcones teatrales: con tantos recursos inutilizados hasta entonces para qué empeñarse en lo ya conocido; se apropiaron de telas enormes; usaron ropa de mezclilla, camisetas de algodón y pantalones guangos […] mojaban su cabello en tinajas llenas de agua y pétalos de rosa […] se ajustaban ropa como de revista de modas; hablaban sin cesar en el escenario –a veces se entendía lo que decían, a veces no”. (CO, 2001: 23-24). Véanse videos Obsesiones. Con su generación ha compartido las mismas dificultades de las políticas estatales de cultura, temas y preocupaciones; con algunos de sus integrantes, un lenguaje dancístico híbrido, “mestizo” como ella prefiere llamarle, una cantidad de funciones colectivas y muchos rasgos más, por supuesto, la irreverencia y la audacia. 

UNIPERSONAL: el término que llegó para quedarse. 

http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/danza/details/18375-festivaldedanzacontemporanea

Para leer

Cardona, Patricia (1990). La nueva cara del bailarín mexicano. Antología hemerográfica. México, D.F.: Cenidi-Danza/INBA.
 

Ocampo, Carlos (2001). El que (no) se mueve no sale. Cuerpos en vilo, México, D.F.: Conaculta, págs. 22-26. [La Cultura en México, Siempre!, 12 de enero de 1994].

--- (2002). “De la compañía al unipersonal: expansión y colapso de las factorías de danza en el siglo XX”. En: Maya Ramos S. y Patricia Cardona (dirs.), La danza en México. Visiones de cinco siglos, vol. I, México, D.F.: Cenidi-Danza/INBA, Conaculta, Escenología, México, 2002, págs. 823-834. 

Tortajada Quiroz, Margarita (2007). “La danza contemporánea independiente mexicana. Bailan los irreverentes y audaces”. En: Revista Casa del Tiempo, núm. 95-96, diciembre-enero, págs. 73-80.  

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