Esta fotografía está incluida en la sección "De la libreta romana", en Óptica sanguínea, de Daniela Bojórquez. Funciona en distintos niveles: primero, al tratarse de una fotografía en un sitio real, y siendo esta parte de una supuesta libreta, evoca cierto sentido de "realidad", ya que el texto está compuesto por notas sueltas, pensamientos sobre un viaje a Roma, Italia. Se combina con otros relatos donde lo real está constantemente afectado por la ficción. En otro nivel, la leyenda "no está permitido tomar fotos en la capilla Sixtina" se enfrenta precisamente a la fotografía en la capilla Sixtina. Hay un quiebre no solo de la regla como tal sino también del hecho de incluir notas de viaje en un libro de ficción (aunque esta también es una técnica común que se ha practicado en libros como Los viajes de Gulliver, Sinbad el Marino, etc. Aquí la diferencia es que existe una prueba factual de eso que se supone es mera fábula.
En el ejemplo anterior se mostraba un mapa de Berlín, cubierto--casi escondido-- por acuarelas. Es claro que el tema del viaje es recurrente: a Alemania, a Italia, pero lo que se verá a continuación es que el viaje no solo es espacial sino lingüístico, visual, racional.